
Una pregunta que ronda la realidad del país, en tiempos de pandemia con una administración de la cuarentena tan extensa, es ¿cuál es el futuro de la educación en Argentina?
Uno de los especialistas reconocidos en el tema educativo es Gustavo Iaies quien indica en algunas de sus entrevistas «que no hay más tiempo que perder, que las autoridades se `están relajando muchísimo´ y que es imperioso que los chicos recuperen el vínculo físico con la escuela».
La discusión ha quedado en evidencia, luego del cruce entre la Ciudad de Buenos Aires y el Ministerio de Educación encabezado por Nicolás Trotta, quien le bajo el pulgar a la presencialidad de aquellos chicos que no han accedido a los canales virtuales dispuestos para la continuidad pedagógica frente al covid-19.
Como estrategia educativa de la Ciudad para llegar a aquellos alumnos que no han recibido sus computadoras porque no las han retirado, por falta de conectividad o por un quiebre en la continuidad escolar presentaron un protocolo al Ministerio nacional que les permita re-vincularse con los mismos.

Consultado por el tema Iaies sostuvo: «No tengo dudas de que se está relajando muchísimo. Ya es insostenible a esta altura. Los pibes necesitan recuperar algún vínculo con la escuela. Me parece que la decisión tiene que ver con un tema gremial, de sindicatos que están dando la pelea para no volver. Si Fernán Quirós, que es de las figuras más creíbles en la pandemia, dio el OK al protocolo, me cuesta creer que no sea seguro”.
Esta semana volverán a tratar el protocolo con algunas consideraciones, debido a la insistencia de Rodríguez Larreta de consensuar una alternativa escolar para estos estudiantes.
El Director del Centro de Estudios en Políticas Públicas Gustavo Iaies entiende que una cuarentena tan extensa con la vuelta de muchas actividades pero sin escuela tendrá efectos en los niños y adolescentes, en realidad ya lo tiene, y expresó: «El impacto va a ser evidente. Vamos a perder muchos más pibes de los que perdíamos todos los años. Tenemos que volver a atraer a los que se cayeron estos meses a la escuela como sea. Volver a tener vínculo con ellos y entre ellos. Apurar mucho más la decisión del regreso».
Frente al panorama educativo indicó que hay un porcentaje significativo que ha podido continuar con la modalidad virtual, que ronda el 40%, pero no es la diversidad que plantea el sistema educativo argentino, sobre realidades dispares en las provincias y entre lo público y privado.
En tal sentido hay chicos que mediante distintos dispositivos zoom, meet, correos van a tener una cursada «floja» frente a lo presencial pero con una continuidad «razonable», expresó.
Después existe un porcentaje muy elevado de chicos que no volvieron a la escuela desde noviembre del año 2019, que ya perdió un ciclo lectivo y que falta determinar cómo van a recuperar ese tiempo.

Más opiniones
Iaies considera que hay un problema con la actitud que estamos teniendo frente a la situación: «Hay pandemia todos a casa», cuando uno mira el resto del mundo hace eje en el convivir con el virus para continuar con una vida más o menos normal, con avances y retrocesos según su desarrollo.
Manifestó también: «la cuestión afectiva y de relación con la escuela, con un contacto presencial no es menor, no es poca cosa, se están viendo muchos chicos chiquitos que se hacen pis encima, no pueden dormir, que tienen problemas para comer. Y en los adolescentes que están en un momento de resolver que van hacer de sus vidas».
«Hay que comenzar a trazar algunos recorridos o caminos de acercamiento a la presencialidad porque sino es la incertidumbre sostenida desde el vivir con el relato de la pandemia todo el tiempo», sentenció el especialista.
Consultado sobre otras alternativas en la región o el mundo frente a la continuidad educativa, indicó que se está trabajando con la vuelta a clases basada en los cuidados y con medidas tipo «burbujas», acciones que hagan volver a determinado grupo pero no parar todo el sistema. Brindar la continuidad frente a la eventualidad de los casos que surjan.
El modelo del trabajo en «burbuja» implica estar atentos a la enfermedad, detectar, testear y parar cuando sea necesario, pero en función de los grupos organizados. El eje es recuperar el vínculo con la escuela lo más pronto posible.

«Hay que pensar un sistema educativo con virus hasta tanto podamos contar con la vacuna. Pero hoy es convivir», insiste.
Con respecto al ámbito universitario y de formación técnica donde es importante la actividad práctica hace mención a cursadas que se están llevando adelante con cierta continuidad pero de «menor calidad».
Algunas propuestas académicas han podido implementar mejor la virtualidad, pero es evidente que el nivel comienza a descender porque la teoría no va de la mano con el refuerzo práctico en terreno, acorde con cada carrera.
En otro orden también cree que el gobierno tiene un problema de «centralización de las decisiones educativas», en el sentido de no poner en consideración la realidad de cada escuela, un mapa de las provincias y en ella hacia adentro con sus particularidades.
«Las decisiones para 40.000 escuelas tomadas desde el Palacio Pissurno me parece que te estas equivocando», expresó con respecto a las medidas de carácter centralista que aplica el Ministerio de Educación.
Si bien se participa desde el Consejo Federal de Educación que nuclea a todas las provincias, es evidente que existe un condimento político muy fuerte al momento de evaluar la situación y generalizar las acciones para aplicar en múltiples realidades.
Así la Educación en Argentina, atraviesa un debate con muy pocas variantes, salvo la no presencialidad y una unidad pedagógica para equiparar dos ciclos lectivos pero recién en el año 2021, sin muchos detalles de cómo se llevará adelante en términos de calidad.
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