
Nueva York.- En una gran final, Osaka remontó un partido que inició de forma adversa. Victoria Azarenka tuvo un arranque avasallador. La frustración se reflejaba en la cara de la nipona. La bielorusa la sobrepasaba en velocidad y en determinación.
En poco tiempo se llevó el primer set y conseguía un rápido quiebre en el segundo. A partir del 0-2 Naomi comenzó a cambiar el rumbo del partido. Con más movilidad, pelotas más profundas y veloces, y mejorando el porcentaje de primeros saques, Osaka fue construyendo una victoria sólida.

En los deportes individuales, el carácter, la fortaleza mental, son más importantes que la técnica que pueda poseer el deportista. El tenis no es la excepción. Los jugadores que están entre los 30 mejores del mundo tienen la técnica suficiente como para ganarle a cualquiera. Pero los más grandes tienen un extra y es esa mentalidad que los hace perseverar, les permite encontrar las herramientas para dar vuelta los momentos adversos.
Todo eso influyó para que Naomi Osaka se alzara con el título, tres campeonatos en sus tres finales disputadas. US open 2018, Australian open 2019 y US open 2020. La japonesa logró el campeonato al ganarle a Azarenka por 1-6 6-3 6-3.
Mañana a partir de las 17 se disputará la final masculina entre Alexander Zverev y Dominic Thiem.
