El gobernador electo Osvaldo Jaldo y el intendente de Banda del Río Salí, Darío Monteros, viajaron a Buenos Aires a reunirse con el candidato presidencial de Unión por la Patria, Sergio Massa.

TUCUMAN.- Por primera vez desde el regreso de la democracia hace 40 años, el peronismo tucumano perdió una elección presidencial en esta provincia, a manos de Javier Milei, de la Libertad Avanza.
Fue un baldazo de agua fría para el peronismo local, que hace apenas dos meses logró más de 600 mil votos y retuvo el gobierno provincial, con Osvaldo Jaldo como gobernador electo. En las PASO del domingo, el Frente Unión por la Patria consiguió 313.085 sufragios, según el escrutinio provisorio. Un 50 por ciento menos que el 11 de junio.
¿Qué pasó? ¿voto bronca? ¿voto castigo? ¿Falló el aparato? Muchas preguntas no tienen respuestas concretas. Pero un triunfo de la Libertad Avanza es la peor señal para Osvaldo Jaldo que tendrá que lidiar con Milei en la Casa Rosada y probablemente el retaceo de fondos nacionales sea un denominador común.
Jaldo se propuso levantar a Massa en Tucumán y se convertirá en el nuevo jefe de campaña del ministro de Economía. Está en Buenos Aires desde el miércoles junto al intendente de Banda del Río Salí, Darío Monteros. ¿Traerá fondos frescos para aceitar la maquinaria electoral? El aparato se mueve cash y a las arcas provinciales no le sobra nada. Si Massa quiere levantar la puntería en Tucumán tendrá que comprender que en esta provincia esas son las reglas de juego.