No descarta sumar dirigentes de la oposición si es que Juntos por el Cambio gana las elecciones nacionales.

TUCUMAN.- La paciencia demostró ser una buena aliada en la política. Sino, basta observar a Osvaldo Jaldo que tuvo que esperar 20 años para concretar su sueño: gobernar la provincia de Tucumán.
En 2003, el entonces gobernador saliente Julio Miranda optó por el radical José Alperovich para encabezar la fórmula del peronismo y de este modo dejó sin lugar al tranqueño. En aquel momento, Jaldo aspiraba a integrar el binomio peronista junto a Fernando Juri. La fórmula J-J (Jaldo-Juri o Juri-Jaldo) encendía los motores de la sucesión mirandista. Historia conocida: Alperorvich-Juri fueron los elegidos por Miranda.
Con el aval de más de 600 mil votos, Jaldo concretó su viejo sueño. Por estos días, el mandatario electo se tomó unos días de vacaciones luego de una campaña agobiante.
Jaldo espera para definir su gabinete luego de conocer el resultado de las elecciones nacionales. No es lo mismo planificar un equipo de Gobierno si gana Sergio Massa o si en cambio los vencedores son Horacio Rodríguez Larreta o Patricia Bullrich, por ejemplo.
Según fuentes consultadas por El Federal Noticias, Jaldo estaría dispuesto a incorporar dirigentes de la oposición en el gabinete, en caso que Juntos por el Cambio gane las elecciones presidenciales. “Osvaldo siempre fue un hombre de consensos”, justifican quienes lo tratan a diario.
¿Se viene una nueva concertación política? El propio Miranda había designado como ministro de Economía a Alperovich luego del triunfo de Fernando de la Rúa en 1999. «El acuerdo del parque» se bautizó ese movimiento que acercó radicales al gabinete mirandista.
Sin embargo, un eventual triunfo de Unión por la Patria le permitiría a Jaldo rodearse de dirigentes peronistas.
Por estas horas, sólo dos ministros tendrían continuidad en el gabinete jaldista: se trata de los ministros de Salud, Luis Medina Ruiz y de Seguridad, Eugenio Agüero Gamboa, aunque los episodios de inseguridad y la muerte de dos policías en los últimos días sembraron un manto de dudas sobre su ratificación en el gabinete.
De todos modos, hay algunos funcionarios que deberán abandonar sus oficinas de Casa de Gobierno. Es casi un hecho que Jaldo busque un reemplazante para Juan Pablo Lichtmajer. El gobernador electo nunca aprobó la gestión educativa. Miguel Acevedo dejará vacante el Ministerio del Interior y pasará a conducir la Legislatura, en su rol como vicegobernador. Uno de los nombres que parecen fijo para ese puesto es Darío Monteros, intendente saliente de Banda del Río Salí y que ya secundó a Jaldo cuando era el ministro de esa área en tiempos alperovichistas.
En los últimos días Jaldo recibió unos papers de una consultora que le recomendaron dejar atrás todo lo que tenga que ver con el apellido Alperovich. ¿Se desprenderá de todos los familiares que dejó el zar tucumano en el Estado?
Lo cierto es que Jaldo ya piensa en el futuro y cómo despegarse de la gestión de Manzur y empezar a mostrar su propia impronta.
Jaldo todavía conserva los recuerdos de su militancia en Vanguardia Federal, el espacio de Celestino Gelsi, recordado por ser uno de los últimos gobernadores que hicieron grandes obras de infraestructura en la provincia.
Quizá por eso, el mandatario entrante se enfoque a dejar obras de infraestructura como el dique Potrero de las Tablas, inaugurar la autopista Tucumán-Las Temas –hoy con muchos problemas, pocos kilómetros licitados y paralización de los trabajos–, entre otras obras.
“Jaldo va a ir por el bronce, es su única obsesión”, señaló un dirigente que suele frecuentar al mandatario electo.