Casi 30 invitados VIP, espectáculos regionales, un gran despliegue escenográfico y mediático, sin contar la apuesta a las redes sociales, trataron de engalanar un discurso repleto de errores y lugares comunes del gobernador Ricardo Quintela en la apertura de sesiones ordinarias de la Legislatura riojana.
Jorge Brizuela Cáceres
El Federal Noticias
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Los «compatriotos», la «campacidad» y la apertura del aniversario en vez del período de sesiones pasarían desapercibidas en medio de la treintena de invitados VIP que le habrían costado a la provincia unos 60 millones de pesos, si no fuera por la larga lista de errores conceptuales y lugares comunes sin sentido en los que cayó el discurso del gobernador Ricardo Quintela en la apertura del período de sesiones ordinarias de la Legislatura Provincial.
Quintela habla de federalismo pero demuestra ser lo más unitario cuando le toca a él repartir la torta, y lo demostró en la pasada gestión de Juntos por el Cambio en la Capital riojana, cuando prácticamente ahogo financieramente a la intendenta radical, y se opuso a cumplir su única reivindicación judicial lograda en la Corte Suprema, que obligó a la provincia a sancionar una nueva (y nuevamente inequitativa) Coparticipación Municipal.
Quintela habla de democracia, consenso y diálogo cuando el autoritarismo y la ordinariez en el trato son la moneda común con sus opositores, adversarios o críticos, sean políticos, sindicalistas, empresarios, intelectuales o simples trabajadores y ciudadanos de a pie. Nadie se olvida del «¡Andá a trabajar, vaga de m…!» que le dijo a una maestra que le preguntaba por su salario.
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Quintela señala la violencia pero olvida que metió preso a un empleado municipal por protestar, mando a reprimir a los docentes autoconvocados y hasta un chofer de colectivos perdió un ojo en una refriega con la policía tratando de defender su trabajo, sin contar el estado de sitio al que pretendió someter a la provincia con el pretexto de la pandemia. Ahora los choferes que «compró» con el verso de la empresa estatal de colectivos RiojaBus se van a volver a quedar sin trabajo.
Quintela dice proteger el trabajo y no contraponerse al mercado, pero compite deslealmente con los pocos empresarios, comerciantes, industriales o productores no cooptados con 39 empresas estatales que se comportan como privadas, y que ocupan desde la producción agrícola, ganadera, de alimentos e industrial, y los servicios bancarios, financieros, de seguros, provisión de internet, transporte público de pasajeros, obras viales, energías renovables y un largo etcétera. Por supuesto que aquí figuraba la fracasada Alas La Rioja, una falsa empresa aérea (tercerizada) que fracasó por la falta de subsidios.
Con casi todo dicho, resta develar el título: si, efectivamente, los tontos de esta fiesta somos los riojanos que no recibimos aumentos o actualizaciones salariales acordes, a los que nos quieren pagar con papel pintado, y que si protestamos nos reprimen, si criticamos nos persiguen y si -encima de todo- opinamos distinto, nos cercenan oportunidades laborales, empresariales, culturales y hasta necesidades básicas como la salud.-