Por Gisela Colombo
Open Finance: la revolución silenciosa que ya desembarcó en Argentina
En América Latina, la innovación financiera no se detiene. Allí donde millones quedaron fuera del sistema bancario, la digitalización y las fintech abrieron nuevas oportunidades.
Brasil lidera desde 2021 con su modelo de Open Finance. Hoy integra más de 800 instituciones y ofrece créditos instantáneos, agregadores de cuentas y servicios de inversión con inteligencia artificial.
México se adelantó con su Ley Fintech de 2018, aunque la adopción ha sido gradual.
Chile y Colombia avanzan en regulaciones que priorizan seguridad e interoperabilidad.
En abril de 2025, Argentina se sumó oficialmente a esta ola. Y el cambio promete ser profundo.
¿Qué significa para los usuarios?
El concepto es simple: cada persona es dueña de sus datos financieros. Eso cambia todo.
Unificación de cuentas: los clientes de cualquier banco podrán ver tarjetas, cuentas bancarias y billeteras todo en un solo lugar.
Créditos más accesibles: con un clic se comparte el historial y se obtienen mejores ofertas.
Productos personalizados: seguros, inversiones y planes a medida de ingresos y gastos reales.
El impacto esperado: más opciones, más competencia, mejores precios.
El desafío de la confianza
Compartir datos genera dudas. ¿Quién protege la privacidad? ¿Qué pasa si se usan mal?
La regulación argentina se inspira en Brasil y la Unión Europea. Exige:
Consentimiento explícito en cada intercambio.
Protocolos de seguridad robustos para resguardar la información.
Pero la clave no será solo legal. El éxito dependerá de la confianza de los usuarios.
Un camino sin retorno
Brasil ya lo demostró: las aplicaciones integradoras y los créditos instantáneos transformaron la experiencia financiera.
En Argentina, el proceso recién comienza. Si se repite la historia de los pagos por QR o la banca digital, lo que hoy parece novedoso pronto será parte de la rutina.
En innovación siempre pasa lo mismo: una vez que se abre la puerta, ya no hay vuelta atrás.
Más que un cambio tecnológico
El Open Finance no es solo una cuestión técnica. Es un nuevo pacto social sobre los datos: poner al usuario en el centro y darle el poder de decidir.
En un país donde la confianza es frágil, ésta puede ser la chispa que transforme la relación de los argentinos con su dinero.