El vicepresidente de Boca denunció que persiguieron a su hermano y le cruzaron una camioneta blanca. Fuentes judiciales aseguran que el joven se había negado a entregar su móvil y por eso se realizó el operativo

“Mucho no me gusta hablar de mi vida, pero creo que todo tiene que tener un límite o la gente tiene derecho a saber. El miércoles nosotros viajamos a Brasil, con la final que teníamos, mi hermano salió de su casa, una camioneta blanca lo siguió y a mitad de camino esa camioneta blanca se le atravesó y lo hizo parar”, contó el ídolo xeneize en diálogo con Jorge Rial en Radio 10.
El dirigente de Boca -que evitó confirmar si será candidato a Presidente en las elecciones del club que se harán el 2 de diciembre- recordó que a su hermano, Cristian “Chanchi” Riquelme, lo secuestraron en el 2002: “Imaginate el susto que tenía cuando se dio cuenta que esta camioneta lo estaba siguiendo”. “A mitad de camino lo pararon. Respeto el trabajo de la jueza, pero sí a la jueza le tengo que decir que nuestra familia no molesta a nadie, que la jueza no puede mandar a la policía a hacer eso, a seguir a mi hermano con un auto de civil, pararlo en la calle y quitarle su teléfono. El abogado nuestro le preguntó qué necesitaba, si necesitaba el teléfono, lo que sea, se lo llevábamos. Dijo que no”.
El caso se originó a raíz de una denuncia presentada ante la sede de la Fiscalía de Distrito de la Boca de la Justicia Nacional, que hacía referencia a múltiples delitos. Entre ellos, se mencionaba la impresión de tickets para la reventa ilegal, así como también conductas delictivas vinculadas con la venta ambulante, manejos de estacionamientos clandestinos, venta de indumentaria del club por fuera del circuito oficial y posibles conexiones de algunas autoridades del club con la barra.
“Vuelvo a repetir: lo siguieron por la calle, lo pararon a mitad de camino con un auto de civil. Mi hermano se asustó, dijo me secuestraron de nuevo, cagamos. Y al final era por esto. Porque la señora jueza, que le tengo respeto pero no sé quién es, claramente tiene un problema con mi familia. Le pido que se dé cuenta que nosotros no molestamos a nadie. Somos una familia normal, nos criaron de buena manera. EL otro día dije en broma, pero es una realidad: tenemos dos vicios muy grandes, tomar mate y comer asado. No somos ni borrachos, ni drogadictos, ni nada. Somos personas normales. No me gusta contar las cosas de mi vida, pero creo que es el momento porque sino parece que somos malos”, sentenció Riquelme en la nota radial.
El actual vicepresidente del Xeneize también afirmó: “Respeto a todo el mundo, la jueza no tiene derecho a estar escuchándole el teléfono a mi hermano, eso es privado, eso no se puede hacer. Tengo derecho a hablar con vos de lo que sea, decirte que te quiero, que no te quiero, lo que sea. Contarte cosas privadas a vos porque sos mi amigo o lo que sea. Con mi hermano sabemos que lo escuchan y se lo dijo, que le escuchan las llamadas. ¿A vos te parece? Este es el país que tenemos y es un pena porque lo amo, pero duele mucho”.
Desde que el espacio de Riquelme ganó las elecciones en 2019, Chanchi pasó a formar parte estable del grupo de gente que trabaja diariamente en el Centro de Entrenamiento que Boca posee en Ezeiza, más conocido como Boca Predio. Es, a grandes rasgos, mano derecha del vicepresidente al que asiste con diversos temas. “Voy a ser siempre igual, sincero, honesto. Tener el vicio de tomar mate y comer asado a mucha gente le molesta pero se vive de maravilla. No le debo nada a nadie, no soy empleado de nadie. Mi familia vive tranquila. Con todo el respeto que merece la señora jueza, le pido por favor que deje tranquila a mi familia y no nos haga asustar más. Me parece que cuando tiene que pasar una cosa así tiene que ir un patrullero, me imagino, no sé, no soy abogado. Imaginate vos que salgas de tu casa y un auto de civil te siga, ¿qué haces?”, planteó el ex futbolista en la nota que dio.