Hoy a las 20 vence el plazo para la inscripción de los frentes electorales que competirán el 14 de mayo.

Por José Ignacio Sbrocco
EL FEDERAL NOTICIAS
TUCUMAN.- En Juntos por el Cambio sólo tienen una seguridad: para ser competitivos en las elecciones provinciales, la fórmula debe estar integrada por Germán Alfaro y Roberto Sánchez, o viceversa. Pero la falta de diálogo y acuerdos hace que se llegue al límite de la inscripción de los frentes electorales con más dudas que certezas.
Sánchez y Alfaro mantienen firme sus expectativas de encabezar la fórmula. El concepcionense sostiene que las encuestas le son favorables a él y que por eso debería ser el candidato a gobernador. Alfaro, por su parte, encargó mediciones post lanzamiento y asegura que es el mejor candidato. Además, el intendente de la Capital cuenta con una estructura provincial y financiamiento para dar la pelea por la gobernación, dos cualidades que no ostenta Sánchez.
Cuando empezó el cronograma electoral, los principales dirigentes tucumanos pedían que las candidaturas se resolvieran en la provincia, sin injerencia porteña. Sin embargo, todo parece indicar que será allí donde se termine de resolver. El ex presidente Mauricio Macri ya dio el primer paso y llamó desde Europa a Roberto Sánchez para convencerlo de acompañar a Alfaro. No tuvo éxito.
El plazo para la inscripción de los frentes electorales vence hoy a las 20. Hasta el momento, hay tres frentes constituidos: El oficialista Frente de Todos por Tucumán, Juntos por el Cambio – Tucumán (integrado por la UCR y Propuesta Ciudadana), y Frente Juntos Para Cambiar Tucumán, asociado al alfarismo.
La elección de la fórmula de gobernador no es el único problema que enfrenta la coalición opositora. También se deben resolver la integración de las listas oficiales a cargos legislativos, con la posibilidad de que algún dirigente no se sienta conforme con el lugar asignado y quiera plantear una interna para definir los lugares. El problema es que prácticamente no queda tiempo para algo así y la Junta Electoral del Frente debería definir un cronograma acotado. La otra opción es ir en un acople.
Como en una ronda de póker, la pelea por las intendencias pueden ser «all in». Juntos por el Cambio pone en juego cuatro municipios. En Yerba Buena, Mariano Campero ya bendijo a Pablo Macchiarola como su postulante. Sin embargo, los concejales Lisandro Argiró, José Macome y el empresario Mariano Malmierca también aspiran a gobernar Yerba Buena.
El ruralista y fundador de CREO, Sebastián Murga, es un caso especial. Murga fue presentado como compañero de fórmula de Roberto Sánchez en noviembre. Sin embargo, ya puso su renuncia a la vicegobernación para destrabar el conflicto por la fórmula de gobernador. Ahora, Murga buscaría también la intendencia de Yerba Buena. No hay dudas que tanta dispersión del voto opositor puede ser una lotería.
En los últimos días avanzaron las conversaciones entre Macome, Malmierca y Argiró para explorar la posibilidad de unificar un sólo candidato, para tener mejores expectativas. La duda era si invitaban a Murga a ese convite. El ruralista había aceptado la candidatura a vicegobernador sabiendo que era prenda de negociación con Alfaro y a cambio sería compensado con algún lugar atractivo. Murga soñaba con que ese lugar iba a ser el sillón de Campero, quien lo convenció de dar el paso para acompañar a Sánchez. Sin embargo, Campero, como ya se dijo, ungió a Macchiarola.
En el peronismo también hay varios candidatos en el tintero: los concejales Alejandro Sangenis y Marcelo Albaca y se suma el ex intendente Daniel Toledo. Al menos 8 dirigentes, entre oficialistas y opositores, con distintos padrinos, quieren ser intendente de Yerba Buena.
Otro caso es Concepción. Alejandro Molinuevo termina el mandato inconcluso de Sánchez cuando asumió como diputado nacional. Ahora, Molinuevo buscará continuar en la intendencia, ahora a través del voto popular. Enfrente tiene dos rivales de peso: el concejal Miguel Abboud y el legislador Raúl Albarracín (ex Juntos por el Cambio), ambos con el apoyo del oficialismo provincial. En la lista de candidatos hay otros dirigentes pero que hasta ahora no pisan firme. ¿Logrará Molinuevo conservar la intendencia?
En Bella Vista, el intendente Sebastián Salazar buscará la continuidad de la gestión de Juntos por el Cambio con la candidatura de su esposa, Paula Quiles. Salazar logró unificar a todo Juntos por el Cambio detrás de la candidatura de Quiles. Según las encuestas que andan dando vueltas, Quiles gobernará Bella Vista los próximos cuatro años.
Aquí, el oficialismo provincial tiene al menos tres candidatos: el camporista Alejandro Melo, Ramiro Ruiz y Guillermo Silva, pero ninguno alcanza los dos dígitos de imagen positiva e intención de voto.
La Municipalidad de San Miguel de Tucumán es el otro de los bastiones opositores. Se trata del segundo presupuesto provincial. Germán Alfaro, como el resto de los intendentes, quiere elegir a su sucesor. El radicalismo, como una forma de presionar, insinuó que podría presentar un candidato del centenario partido. El exdiputado nacional José Cano sonaba con fuerza.
Cerca de Germán Alfaro sostienen que para ganar la gobernación, hay que ampliar la coalición opositora. Por eso en su momento fue el acercamiento con Ricardo Bussi, pero no movió el amperímetro. Ahora, el jefe municipal tendría una carta bajo la manga. Un outsider de la política que eliminaría cualquier intento de competencia interna.
Hasta el cierre de esta nota, no habían acercamientos concretos. Se vence el plazo para la inscripción del frente electoral y todo parece indicar que se llamarán «Separados para que todo siga igual». El vicegobernador Osvaldo Jaldo lo festeja.