Evo Morales

Hay errores que no lo son. Frases torpes, afirmaciones absurdas y expresiones grotescas que, lejos de ser espontáneas, están fríamente diseñadas. No se trata de ignorancia genuina, sino de una estrategia discursiva que busca empatizar con los sectores más castigados, incluso si eso implica degradar el debate público. En Argentina, en Latinoamérica y en el mundo, crece el fenómeno del dirigente que se hace el bruto para ganar votos.