Los dos argentinos participaron el viernes, en la reunión con los líderes de las principales potencias del mundo.
Hugo Roldán
El Federal Noticias
ITALIA.- En la jornada del viernes el presidente Javier Milei participó de la reunión del selecto «club de potencias mundiales» en Bari. Con su asistencia a la Cumbre del G7, cerró una semana en la que cosechó triunfos ,que le permitieron despejar los nubarrones que amenazaron a su gobierno.
El mandamás argentino vivió un viernes especial, se lo vio sonriente, relajado, rodeado de los líderes de las principales potencias del mundo. Completó una agenda desafiante, y mostró una vez más que se siente cómodo interactuando con los «poderosos».
Milei tuvo la semana más fructífera en 6 meses: aprobaron la «Ley de Bases» en el Senado de la Nación. Se anunció del dato de inflación más bajo de los últimos 28 meses (4,2%), el Banco Central de la República Argentina (BCRA) renovó el swap chino hasta julio de 2026 y el FMI confirmó el desembolso de U$S 800 millones. Este viernes le puso «la frutilla al postre» en Italia, al sentarse en la mesa de los principales líderes del mundo.
El presidente fue recibido por la premier italiana Giorgia Meloni, anfitriona y responsable de la invitación, en el inicio del encuentro sobre inteligencia artificial, una agenda en la que el mandatario busca posicionar a la Argentina como un polo a nivel mundial, tal como se vio en su último viaje a los Estados Unidos, cuando se reunió con los líderes de las principales empresas del sector: Google, Apple, Meta y OpenAI.
Es para destacar que también fue testigo de otro hecho histórico protagonizado por un argentino. Y es que el Papa Francisco, «estrella de la cumbre» sobre inteligencia artificial (AI), se convirtió en el primer líder de la Iglesia Católica en participar de una cumbre de los siete países más industrializados del mundo: Italia, Estados Unidos, Canadá, Japón, Francia, Reino Unido y Alemania.
También se reunió con la directora gerente del Fondo Monetario Internacional (FMI), Kristalina Georgieva.
Al presidente argentino le asignaron una posición privilegiada en la mesa en la que se sentaron los miembros del G7 y los invitados: tenía a la izquierda el primer ministro japonés, Fumio Kishida, y a su derecha, al presidente de Estados Unidos, Joe Biden.