El rector Germán Oestmann, de la UNCAUS. junto a otras 19 personas están procesadas, informó un Juez Federal de Reconquista.
Hugo Roldán
El Federal Noticias
SANTA FE.- Esta semana fue noticia la marcha universitaria, por la masiva adhesión que tuvo. También tomó estado público una situación generada a través de la Universidad Nacional de Chaco Austral (UNCAUS), 20 empleados fueron procesadas por corrupción; entre ellas, su rector: Germán Oestmann.
«Esta semana fue procesado el rector de la Universidad Nacional del Chaco Austral y 19 personas que ocupaban distintos cargos. Se los procesó por fraude en perjuicio de la administración pública, abuso de la autoridad, violación de los deberes de funcionarios públicos y asociación ilícita«, explicó Aldo Mario Alurralde, Juez Federal de Reconquista (Santa Fe).
También agregó: «Fueron procesados pero sin detención. Dispuse un embargo millonario para cada uno de ellos. Además de esta medida, no podrán salir del país y deberán presentarse en la sede del Juzgado Federal una vez al mes«.
Según el magistrado, «la universidad delegaba áreas de carreras a distintas fundaciones, las cuales cobraban por estas carreras y llevaban una contabilidad defectuosa; se detectó el desvío de fondos«.
El proceso fue derivado de la investigación que condenó, entre otros, al ya fallecido ex-rector Omar Vicente Judis y a su hijo, Enzo Judis. En ese sentido, el fiscal apuntó a la relación personal que existía entre ellos y mencionó el trabajo de Oestmann como su abogado, y el rol de Omar Judis como secretario de Actas del Consejo Superior Universitario.
En la resolución, se destacó la «diversificación» de la actividad ilícita en esta nueva etapa, en la que surgieron más fundaciones, y advirtió la comisión de otros delitos, como lavado de activos. Además, se refirió a la aparición de nuevos actores, que se suman a los «sucesores» de Judis y a las fundaciones UNCAUS y Educación para Todos.
Para el fiscal no hay dudas de que los investigados actuaron ilegalmente bajo el paraguas de la UNCAUS a través de ambas fundaciones que continuaron funcionando, sumadas a las nuevas fundaciones Sin Dolor y Recursos Naturales.
Estas organizaciones no tenían espacio físico ni estructura propia, sino que funcionaban dentro de la misma UNCAUS, utilizando sus oficinas, personal y docentes. De todas formas, actuaban como instituciones privadas, ya que aunque estaban destinadas a colaborar con la Universidad y estaban comprendidas en el mismo presupuesto, cobraban por sus servicios.
La investigación advirtió la triangulación de fondos a través de transferencias entre las fundaciones, y hasta con algunos de los implicados que integraban una fundación y facturaban servicios a otras. Muchas de estas operaciones no tenían respaldos administrativos o eran deficientes y, además, los balances de las fundaciones estaban auditados por los contadores de otra, por lo que el contralor era recíproco.
«Las Fundaciones eran las personas jurídicas ideales para triangular dinero, ya que se rigen por un régimen legal distinto; no les es aplicable la Ley de Educación Superior; no cuentan con controles de su gestión por parte del Estado Nacional a través de sus diferentes organismos como la SIGEN, AGEN o el Ministerio de Educación; no son objeto de auditorías; y se encuentran exentas en materia impositiva, entre otros beneficios«, aseguró el juez, apelando al antecedente de la causa que terminó en la condena a Judis.