Por Martina Lacour
Legisladora electa de Cambia Río Negro
PARA EL FEDERAL NOTICIAS

Como ciudadanos de esta lindísima y colapsada ciudad, debemos exigir a nuestro próximo intendente como primera medida una auditoría e inventario general. Todos los contribuyentes de Bariloche merecemos conocer cuál es el verdadero estado de cuentas de nuestro municipio y cuál es el equipamiento con el que contamos y en qué condiciones se encuentra.
Escuchamos en estos días al actual intendente Gustavo Gennuso refiriéndose al municipio como “muy saneado” y con sus finanzas en buen estado. Permítanme dudar. Y lo hago tan sólo basándome en la realidad, ya que no se explica cómo estando tan bien nuestras finanzas tengamos todavía un 80% de las calles del ejido sin pavimentar, falten pluviales en tantas calles y no se hayan completado obras de gas y agua en muchos barrios (algunas de esas obras acumulan más de un año de retraso), no tengamos resuelto el tema de la basura (estamos en el triste ranking de los 50 basurales a cielo abierto más contaminantes del mundo, no contemos con suficientes camiones para que la recolección sea diaria y diferenciada, las maquinarias para la clasificación y empaque de lo que se recicla en el Vertedero están rotas hace meses y la Asociación de Recicladores de Bariloche está reciclando un sexto de lo que podía reciclar cuando las máquinas funcionaban, sin mencionar que trabajan en un galpón sin ningún tipo de climatización, con agujeros por donde ingresan el viento y las palomas, y sin contar con indumentaria apropiada).
Podría seguir con la lista de faltantes, pero no los quiero aburrir.
“Ya resolvimos el juicio de las 26 ha”, dice nuestro intendente, cuando pagamos algo menos de 140 Millones de los 520 Millones que hay que pagar y nos quedan por lo menos dos años de pagos.
“Ya resolvimos el juicio de la 3 de Mayo”, dice y el acuerdo firmado en julio 2022 por alrededor de 760 millones de pesos (unos 3 millones de dólares) implica el pago de 48 cuotas; es decir que si los pagos se han cumplido hasta ahora, nos quedan pagar aún unos 2 millones de dólares. También pagamos honorarios a los abogados por otros 55 millones de pesos (otros 220 mil dólares).
Respecto del juicio de su propia cosecha (los anteriores se originaron en las gestiones de Goye y Martini respectivamente), conocido como “el juicio de OPS” por el alquiler de máquinas viales, nos asegura que el municipio podrá hacer frente a los pagos y que le urge dejar este tema resuelto antes de terminar su mandato. La Secretaría Legal y Técnica de la MSCB informó hasta ahora que debemos unos 3000M, o sea unos 6 millones de dólares al cambio paralelo. La empresa reclama alrededor de 8 millones de dólares. La pregunta que muchos nos hacemos: si tan bien están las finanzas municipales, ¿por qué razón no se realizaron los pagos correspondientes y tenemos ahora un juicio en curso? Y también, teniendo en cuenta que con la deuda que generaron se hubieran podido adquirir unas 27 motoniveladoras de primera marca usadas o una veintena de máquinas cero kilómetro, ¿por qué no se realizó un leasing, o se solicitó un crédito para la adquisición de esas máquinas, en lugar de comprometernos en un alquiler de tamaña envergadura que nada deja para nuestra ciudad más que una deuda y un juicio millonarios? Alquiler que además se firmó con una empresa en proceso de quiebra. ¿Será cierto que, como dicen algunos, se trató de una devolución de favores ya que el dueño de la compañía fue uno de los mayores aportantes a la campaña de JSRN?
Si en lugar de dilapidar millones en juicios, los hubiésemos utilizado para el mejoramiento de nuestra ciudad, podríamos haber pavimentado un 30% de nuestras calles, o podríamos haber reconvertido el Vertedero en un centro de tratamiento de basura ejemplar, con sus empleados trabajando en condiciones dignas y deteniendo la contaminación de napas y del aire por completo, y además nos hubiera sobrado dinero para pavimentar un 25% de nuestras calles.
Me pregunto si seguirá siendo “gratis” para todos estos funcionarios la impericia, negligencia o fraude en la administración de nuestros recursos. Debiéramos al menos como ciudadanos, condenarlos de manera personal o en la figura de sus partidos políticos a través de nuestro voto, herramienta a nuestro alcance. Recapacitemos para conseguir un verdadero cambio en el rumbo de nuestra colapsada ciudad y de nuestro querido país. Este año tenemos otra oportunidad, ¡aprovechémosla!