El gobierno uruguayo está tomando medidas para frenar el éxodo de ciudadanos a Argentina, que se ha intensificado debido a la diferencia cambiaria.
La diferencia entre el peso argentino y el peso uruguayo es tan favorable para ellos que la Argentina se ha convertido en una suerte de gran centro de aprovisionamiento de todo tipo de productos.
La diferencia entre el valor de la moneda entre ambos países hace que los uruguayos compren desde combustible y alimentos, hasta todo tipo de productos nacionales, en desmedro de la producción uruguaya.
El presidente Lacalle Pou ha anunciado una serie de medidas para apoyar a los comerciantes de las ciudades fronterizas con la Argentina y de la zona del litoral, que ven perjudicados sus negocios por la diferencia cambiaria que hay en el país. Entre las medidas se incluyen descuentos en combustibles y farmacias, exenciones de impuestos y aportes patronales jubilatorios, reducción impositiva a los combustibles, creación de un sistema de beneficios con tarjetas del Banco del Uruguay, y exoneraciones a empresas que contraten a personas de entre 15 y 29 años o mayores de 45 años que residan en los departamentos del litoral y pertenezcan a un hogar «por debajo de la línea de pobreza».
Por otro lado, el director nacional de Aduanas, Jaime Borgiani, ha enfatizado que incautarán la mercadería que sobrepase el máximo permitido en la frontera, y se espera que próximamente se incorporen 130 nuevos funcionarios a la Aduana en todo el país, de los cuales entre 6 y 8 serían asignados a Paysandú para tareas de vigilancia específicamente.