Hace ya más de 10 años, en el fin del mundo, Romina Lorente comenzó su camino como docente, sabiendo desde siempre que le gustaba trabajar con adolescentes y con alumnados, y no solo enseñando, sino también representando a sus pares mientras cursaba su carrera como profesora de inglés. Desde chica le gustaba participar de distintas actividades, y donde había un debate, ella se hacía presente.
Nacida hace 35 años en la capital de por aquel entonces Territorio Nacional Tierra del Fuego, se crio y realizó los 3 niveles educativos en las tierras frías de la isla y se recibió de profesora. Aplicó por primera vez a una beca internacional, un programa educativo para adolescentes que elegía a dos mentores para acompañarlos al país norteamericano y quedó seleccionada. En 2016 viajó za Estados Unidos como responsable de 13 adolescentes de distintas provincias a realizar un intercambio cultural, y desde ahí, su vida cambió.
Al llegar aplicó para el programa de FURP “Seminario País Federal” y fue elegida para representar su provincia, y seguidamente la distinguieron de AFS para viajar a un foro nacional de docentes en Buenos Aires. Para seguir afianzando sus conocimientos, estudió un posgrado en gestión educativa en FLACSO, se capacitó en gestión de proyectos y fue admitida en dos universidades del Reino Unido para hacer una maestría en Liderazgo Educativo, por lo que se mudó a Buenos Aires en febrero 2020 para seguir mejorando sus habilidades en gestión y planificación de proyectos antes de partir al viejo continente. Pero la pandemia llegó dos semanas después y frustró esos planes.
Sin embargo, unos meses antes de mudarse, había aplicado para ser voluntaria en la Fundación Líderes de Ansenuza, una ONG argentina con sede en Miramar, Córdoba, fundada por Marina Castellino a sus 20 años (hoy de 27) que se dedica a crear programas educativos gratuitos de gran calidad para adolescentes, donde el 100% del personal que la compone es ad-honorem. Mientras Romina trabajaba en plena pandemia en el Ministerio de Salud del Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires ayudando al seguimiento de proyectos COVID para jefatura de gabinete, su escape eran las llamadas virtuales que hacían con la Fundación Líderes de Ansenuza, o FLA como le dicen, donde se enamoró del impacto que generaban los programas en todas las personas que participaban, y el staff se volvió su familia, su pasión, su vida.
En 2021, le presentó una idea a la directora ejecutiva Marina Castellino sobre hacer un programa de liderazgo en diversidad, que ya se lo había imaginado entero con nombre y todo. Marina la escuchó, y le dio el OK ya que los fondos para hacer una edición en 2022 estaban gracias al apoyo de una empresa privada y de la Embajada de Estados Unidos. Así arrancó Romina a reclutar voluntarios para su programa. SOMOS nació para abrir espacios de diálogo, debate, aprendizaje mutuo y para aportar al desarrollo de sujetos con los valores que predica FLA teniendo como tema principal la diversidad.

Para eso, se lanzó una convocatoria en el norte y centro del país y se eligió a 30 participantes de entre 15 y 18 años de 10 provincias distintas para una experiencia inmersiva única, pensada al detalle, que constaría de una etapa virtual para introducción a los focos de diversidad que se iban a abordar (sexual y de género, cultural y político-partidaria) y una etapa presencial que sería un encuentro de 3 días en Miramar de Ansenuza, provincia de Córdoba, para formarlos en herramientas de autoconocimiento y liderazgo, a través de espacios de intercambio, talleres de trabajo, y acompañamiento de profesionales en el tema. Hubo varias personas invitadas a dar charlas y tener conversaciones con los chicos, tanto virtuales como presenciales, como Fabiana Ríos, la ex gobernadora de Tierra del Fuego, Oliver Nash, periodista y escritor trans, Manu Mireles, Secretaria Académica de Mocha Celis, 1° Bachillerato Travesti Trans, Mara Perez Reynoso, Funcionaria trans y Presidenta de PRO Diversidad, Agustina Rodríguez Biasone, vicepresidenta de IUSY, Mailén Garcia, directora y fundadora de Data Género, entre otras personalidades destacadas.
A través de este programa, desde FLA, buscan recalcar la importancia del respeto, la empatía, el reconocernos en el otro, poder luchar contra el maltrato, el bullying, y todo lo relacionado a ello. Tiene como objetivo que sus participantes vuelvan a sus comunidades para hacer proyectos de impacto, acciones de socialización de temáticas relacionadas a la diversidad y así puedan fomentar a crear una sociedad más inclusiva e igualitaria.

FLA toma a la diversidad como una palabra amplia. Entiende que cuando se menciona «diversidad» muchas veces se la toma como una mala palabra, pero que no es más que hablar de todo lo que existe en la sociedad y muchas veces se teme hablar, como por ejemplo el racismo, la discriminación por pertenecer a distintas culturas, la diversidad corporal, la diversidad político partidaria, la diversidad sexual y de género, entre otras cosas. Y en la Fundación, tienen como lema que lo que no se nombra, no existe. La primera edición del programa resultó en proyectos hermosos de sus participantes, como un mural de 4 metros en una escuela de Mendoza, charlas en Tucumán, Santiago del Estero, Salta, y más acciones que impactaron en más de 1500 personas indirectamente.
Este año, mientras siguen en la búsqueda de fondos para seguir impactando vidas, SOMOS plantea una nueva edición bajo el formato de Clubes TED-Ed, orientando su búsqueda a participantes que sean apasionados por temas relacionados a distintas diversidades, para buscar impactar desde una charla en sus entornos y en la sociedad.
Lo que es curioso, es que tanto en 2022 como 2023, mientras mantiene exitosamente su trabajo diario en el Ministerio de Salud, y su voluntariado en FLA como Directora de SOMOS (puesto ad-honorem, al igual que todos los puestos de la fundación), Romina fue elegida como mentora y coordinadora del programa TECHGirls de la Embajada de Estados Unidos en Argentina, programa para chicas adolescentes interesadas en las Ciencias para viajar al país norteamericano durante 21 días a capacitarse junto a chicas con los mismos intereses de 35 países, a las cuales Romina acompaña para que saquen lo mejor de esta experiencia. Además, acompaña a la directora de FLA en todos los programas educativos que realizan, siendo una pieza fundamental en los eventos presenciales y virtuales, tanto en el de impacto ambiental en la región del nuevo Parque Nacional Ansenuza para la conservación del área y las especies que la habitan, como también la iniciativa insignia de la Fundación, FUTURAS, un programa de emprendedurismo y empoderamiento para chicas del interior. Este año, viajaron juntas a distintas provincias de Argentina para llevar las distintas propuestas a distintas escuelas secundarias del norte y centro argentino para que lleguen a todos los estudiantes posibles, ya que uno de los focos que realizan, es llevar oportunidades a donde escasean. Tanto Marina como Romina lo saben de primera mano, ya que Marina es oriunda de Miramar de Ansenuza, un pueblo de 2000 habitantes en el interior de Córdoba, y Romina de Ushuaia, la ciudad más austral del mundo.

Es por todas las acciones que realiza que Romina cree que vino al mundo a derribar mitos y romper con los estereotipos. Ella no se encasilla en la imagen hegemónica de lo que supone ser una mujer joven exitosa. Su rostro con tatuajes, como los de su ídolo Duki, sus brazos y manos decorados con tinta, piercings visibles y su vestimenta informal, generalmente de negro, tapan todo lo que es, para el imaginario que la ve sin conocerla. Romina nos enseña, a no juzgar el libro por la tapa, a no juzgar a la persona por su apariencia.