Para El Federal Noticias
Muchos autores se han preguntado en diferentes áreas de la comunicación de qué hablamos cuando hablamos?
Del artículo 19 de la Declaración Universal de los Derechos Humanos, igualmente en el artículo 19 del Pacto Internacional de Derechos Civiles y Políticos y detallada en la Observación General N° 34 del Comité de Derechos Humanos, se desprende que:
“El derecho a la libertad de expresión se considera un requisito indispensable para la existencia de sociedades democráticas. Protege el derecho de todas las personas a expresarse libremente sobre sí mismas, sobre sus asuntos u otros de su interés, sean privados o públicos, así como el derecho a comunicarse y emitir opiniones por cualquier medio de comunicación, sin discriminación alguna.” 1
Y una frase me asaltó de furca y por la espalda el jueves 27 de agosto mientras escuchaba atentamente la sesión en el Senado de la Nación:
“Pa que va a hablar si va a votar en contra”…. Las voces del silencio parecieron intentar invadir un recinto donde los fantasmas del pasado negaban a los legisladores el poder expresar sus ideas u opiniones dirigidas a defender el interés del pueblo, relativas al pensamiento político, asuntos públicos…
Ese día se trató en el Senado de la Nación, el proyecto de reforma del Fuero Federal de la Justicia Nacional. Hacia el final de la sesión y ya cerca del momento de realizarse la votación, se anuncian cambios al dictamen elaborado por la Comisión de Asuntos Constitucionales.
Estos abultados e importantísimos cambios llevan en su contenido, entre otras modificaciones, la multiplicación de la cantidad de cargos a crear, sin poder la cámara haber tenido la oportunidad de tomar debido conocimiento de ellos.
Ni que hablar de poder disponer los senadores de un estudio de factibilidad que exprese como podría ser la puesta en funcionamiento de la reforma.
O sí…?
A claro…!!! Todo depende de una cláusula, que generalmente se agrega al final y dice que los cambios realizados serán pagados con las partidas presupuestarias contempladas oportunamente… pero tampoco eso pasará… Cómo lo haremos si aún no tenemos definido el presupuesto 2020? De esto no se sabe nada. Recordemos que lo que sí sabemos es que…. el pueblo está en la calle con tapabocas, falta trabajo y dinero; que el banco tiene el dinero y hace sus propias regulaciones embozadas y la república, desnuda, no encuentra el rumbo para regresar a casa.
Me niego a salir a la calle en ropa interior pero con tapabocas; nuestro país aún no tiene presupuesto aprobado, ni para la justicia, ni para ningún ministerio, ni para nada….
Retomando la narración de lo ocurrido en el parlamento este mismo día y, frente a la magnitud de los cambios propuestos, el Senador Martín Lousteau plantea una cuestión de privilegio. Dijo: «Todos los senadores, por lo menos los de la oposición, nos estamos enterando de un montón de cambios». «Sobre el dictamen ahora hay casi diez minutos de cambios entre los cuales hay un montón de creaciones de cargos cuando antes discutimos de si el costo fiscal era 1900 o 6000 millones de pesos o más».
Reflexionemos entonces:
Las cuestiones de privilegio deben plantearse a los efectos de poder garantizar el adecuado desempeño de las cámaras parlamentarias, garantizando las condiciones de funcionamiento que la Constitución Nacional determina, las que deberán ser consideradas en el momento, desplazando el tratamiento de cualquier otro tema.
Ante esto la propuesta de la Presidencia del Senado surgió rápidamente, “Senador, si van a votar en contra…” Los senadores continuaron debatiendo y llegó el momento de la votación, la que se llevó adelante sin más. No se supo la causa del incremento de cargos ni cuál fue el justificativo de su distribución geográfica. Y nuevamente no se sabe nada…
La vigilia de los inocentes soporta la agazapada y violenta frase que, ponzoñosa y sin reparos, avanza impunemente como si fuera una broma, aunque lo que allí se debatía era algo así como la justicia, tan sólo la justicia.
Pero… El artículo 68 de la Constitución Nacional dice: Ninguno de los miembros del Congreso puede ser acusado, interrogado judicialmente, ni molestado por las opniones o discursos que emita desempeñando su mandato de legislador. Será que se reformó el procedimiento que regula las cuestiones de privilegio antes de votada la reforma?. Sigámoslo hablando.
Durante la votación, que se realizó de manera presencial y a distancia, se escuchaban sonidos desde los micrófonos abiertos, retraso en las respuestas, a tal punto que desde la Presidencia se emitió el siguiente mensaje: “Parecemos un gallinero. Les voy a pedir que apaguen sus micrófonos y que sólo los abran cuando el secretario les pida sus votos”, Me pregunto, de qué hablaban?
Finalizado el recuento, se escucha en el recinto, desde otro micrófono abierto: “Terminó el parto”. Y nuevamente de qué hablamos cuando hablamos? De parto, de Justicia, de Libertad, de atropello o de silencios?
De anzuelos, cambios y otras cosas… Silencio…!!!
Otro tema que preocupa frente a esta inoportuna modificación al Fuero Federal, es la aparición de fantasmas, a que me refiero.
Dice el dictamen de la Comisión de Asuntos Constitucionales, en el Título que regula la actuación de los Jueces, textualmente:
“Artículo 72: Los jueces y las juezas de todos los fueros con jurisdicción federal con asiento en las provincias y en la Ciudad Autónoma de Buenos Aires, deberán dar estricto cumplimiento a las reglas de actuación que a continuación se indican, en el desarrollo de la función judicial que le ha sido encomendada:
e) Comunicar en forma inmediata al CONSEJO DE LA MAGISTRATURA de la Nación cualquier intento de influencia en sus decisiones por parte de poderes políticos, económicos o mediáticos, miembros del Poder Judicial, Ejecutivo o Legislativo, amistades o grupos de presión de cualquier índole, y solicitar las medidas necesarias para su resguardo.”
El inciso mencionado, lleva la autoría del Senador Parrilli, tal como públicamente se ha expresado, quien ostenta el cargo de Presidente de la Comisión de Justicia y Asuntos Penales.
Al igual que el resto de sus colegas, el mencionado Senador ha cumplido con el requisito constitucional emanado del artículo 67 de la Constitución Nacional que reza: “Los senadores y diputados prestarán, en el acto de su incorporación, juramento de desempeñar debidamente el cargo, y de obrar en todo en conformidad a lo que prescribe esta Constitución.”
Hasta aquí todo pareciera que estamos ante un acto ritual, que se cumple consuetudinariamente. El poder de la palabra escrita.
Pero no podemos dejar pasar de largo, como si no hubiera sucedido nada que también nuestra Constitución Nacional en su Primera Parte: Capitulo Primero. Declaraciones, Derechos y Garantías, artículo 32 impone:” El Congreso federal no dictará leyes que restrinjan la libertad de imprenta o establezcan sobre ella la jurisdicción federal.
La Carta Magna es clara, no crea fantasmas. Afirma.
Toda la sociedad se expresó en contra de la propuesta emanada del dictamen de comisión. También se adujo que se había tratado de un anzuelo. Que estaban pescando? Alguien habrá llamado por teléfono al autor de la propuesta… y en esta oportunidad, habrá reconocido el Senador Parrilli quien lo llamaba?… De qué hablaban?
Expuso Juan Bautista Alberdi en su obra » Sistema Económico y Rentístico de la Confederación Argentina»: «La libertad de publicar por la prensa importa esencialmente a la producción económica, ya se considere como medio de ejercer la industria literaria o intelectual, o bien como garantía tutelar de todas las garantías y libertades tanto económicas como políticas. La experiencia acredita que nunca es abundante la producción de la riqueza, en donde no hay libertad de delatar y de combatir por la prensa los errores y abusos que embarazan la industria; y, sobre todo, de dar a luz todas las verdades con que las ciencias físicas y exactas contribuyen a extender y perfeccionar los medios de producción».
Me niego a salir a la calle en ropa interior con tapabocas, como si aprobar una ley de contenido inconstitucional fuera una forma de tomar examen o hacer una concesión legislativa en bien de mejorar el diálogo.
Nuestro pueblo necesita soluciones para los problemas que sufre. Es oportunidad de mejorar la producción, favorecer la concordia, aceptar que podemos construir desde la coyuntura.
Es nuestro deber ponerle fin al silencio de los inocentes con la inteligencia de las palabras dejando claro de qué hablamos cuando hablamos….
1 https://www.civilisac.org/nociones/libertad-de-expresion
Dr. Pablo Lestingi – Abogado. Especialista en Políticas Públicas y Derecho Presupuestario. Twitter: @Pablo_Lestingi
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