Priscila Ferrante, posee un número injustificado de propiedades. El ex-intendente kirchnerista estaría vinculado.
Hugo Roldán
El Federal Noticias
BUENOS AIRES.- En las últimas horas tomó estado público que la Justicia investiga un presunto lavado de dinero, que involucraría a Martín Insaurralde y Jésica Cirio.
Una investigación reveló que la sobrina de la modelo, Priscila Daiana Ferrante, cuenta con un patrimonio de 77 propiedades y más de 200 vehículos, que incluyen autos, camiones, motos y embarcaciones.
El detalle judicial indica que entre las propiedades de Ferrante, se encuentra una lujosa mansión en Banfield Oeste, de casi 750 metros cuadrados, con ocho ambientes, cinco baños, habitación antipánico, parque, quincho, pileta, barras y un hidromasaje. La propiedad figura registrada a nombre de familiares de Cirio y se encuentra bajo investigación por presunto lavado de activos por cerca de U$S 100 millones.
La mansión habría sido adquirida originalmente por Martín Insaurralde por U$S 1.800.000, aunque los registros oficiales la muestran a nombre de Andrés Ferrante y su hija Priscila Ferrante. Andrés, según informes, fue condenado en 2016 a cinco años de prisión por “lesiones graves calificadas por el vínculo y el ensañamiento” contra su pareja.
Priscila, por su parte, es investigada como presunta testaferro de Insaurralde, mientras que Jésica Cirio la ha presentado públicamente como sobrina o prima y madrina de su hija.
La investigación abarca no solo propiedades, sino también más de 200 vehículos (autos, camiones y motos) ocho embarcaciones, joyas y sumas considerables de dinero en efectivo.
Según reconstrucciones de la AFIP durante la gestión de Alberto Abad, Insaurralde actuaba como prestamista y presunto testaferro, y podría haber evadido impuestos de más de 3.500 contribuyentes, entre ellos clubes de fútbol, empresas y sindicatos.
También se investiga la posible vinculación de estos activos con actividades ilícitas que podrían involucrar a otras figuras políticas como Daniel Scioli, Gustavo Ishii, Sergio Massa y, especialmente, a Martín Insaurralde, durante su gestión como intendente de Lomas de Zamora.
En las indagatorias, Insaurralde negó conocer a algunas de las personas involucradas y haber colocado bienes a nombre de Ferrante, aunque admitió haber comprado un automóvil a Cirio que no declaró.