NUEVA YORK.- En semifinales, y con presentes disimiles, Alexander Zverev y Dominic Thiem, lograron su pase a la final del abierto norteamericano.
El primer examen fue para Alexander Zverev. El teutón se enfrentó al sólido Pablo Carreño Busta. Pero además tuvo que lidiar con él mismo.
El español lo dominó rápidamente, sacó ventaja gracias a sus atributos y a la inconsistencia del alemán. En poco tiempo Carreño Busta lideraba el marcador por 2 – 0 (sets). Todo hacía prever un desenlace rápido.
Si tenemos en cuenta que se jugaron 5 sets, podría decirse que fue un partido rápido (3:20hs).
Zverev comenzó a arriesgar un poco más, y en esa búsqueda encontró, sobre todo, la precisión que no había exhibido en el primer tramo del partido. Batalló más, pero logró generar la incomodidad suficiente para que el ibérico fallara.
Dio vuelta un partido adverso, ante un rival sólido, pero sobre todo, recobró compostura y madurez mental para encontrar soluciones a los problemas que le planteaba el rival y a los propios. Finalmente se impuso 3-6 2-6 6-3 6-4 6-3
La segunda semifinal también tuvo algo fuera de lo común. Se esperaba un gran partido entre 2 jugadores que están mostrando su mejor versión tenística.
Dominic Thiem y Daniil Medvedev eran garantía de buen tenis y promesa de un partido largo y de alto vuelo.
Lamentablemente no fue así. Por supuesto, se vieron pasajes de gran tenis, pero Thiem fue la kriptonita del ruso. Desconocido, sin la potencia ni la precisión de sus tiros, con la frustración a flor de piel por no encontrar las armas necesarias para vencer a su rival.
El austríaco jugó a la perfección. Trazó una estrategia que dio rápidamente sus frutos, y cuando Medvedev intentó una recuperación, mostró un estado físico impecable no dando por perdida ninguna pelota.
Tan contundente fue, que le ganó en tres sets al único jugador que llegaba a semifinales sin ceder ninguno.
El resultado: 6-2 7-6(7) 7-6(5) El domingo se coronará un nuevo campeón en el US open.
Hoy, a partir de las 17hs Naomi Osaka y Victoria Azarenka reeditarán la final de Cincinnati. En realidad son las mismas protagonistas, pero recordemos que Azarenka se alzó con el trofeo hace dos semanas por que la japonesa no se presentó a jugar por problemas en los tendones de su pierna izquierda.
Las dos están pasando por un gran momento tenístico, pero tienen dos caminos muy diferentes. La japonesa viene siendo protagonista hace varios años y Azarenka se está reencontrando con su mejor tenis. Los problemas de lesiones y los personales por los que atravezó la bielorusa a partir de 2017, la alejaron de las canchas, y en este renacer, se la ve más madura, humilde y disfrutando el poder competir. Final abierto para una final que los amantes del tenis no se querrán perder.
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