El Gobierno diseñó una táctica de negociaciones técnicas lideradas por el ministro de Economía.
Hugo Roldán
El Federal Noticias
BUENOS AIRES.- El Gobierno argentino se encuentra delineando una estrategia ambiciosa para asegurar un nuevo programa con el Fondo Monetario Internacional (FMI).
A menos de un mes para la asunción de Donald Trump como presidente de los Estados Unidos, el gobierno de Javier Milei busca combinar pragmatismo técnico y relaciones políticas estratégicas para alcanzar un acuerdo que alivie las presiones financieras y abra nuevas oportunidades para la economía nacional.
El diseño de esta estrategia incluye dos etapas principales. En la primera, el ministro de Economía Luis Caputo, liderará las conversaciones con Kristalina Georgieva, directora gerente del FMI, con el objetivo de renegociar los términos de los vencimientos de deuda y los intereses acumulados.
En esta fase, el equipo económico intentará conseguir un alivio sustancial en los plazos de pago y montos adeudados, así como establecer las bases para un desembolso adicional que oscila entre los 11.000 y 20.000 millones de dólares.
El plan de Caputo incluye garantizar el cumplimiento de metas fiscales, de emisión monetaria y de inflación, condiciones que el FMI considera esenciales para avanzar en cualquier programa. Sin embargo, las tensiones políticas y la falta de consenso legislativo en Argentina complican el panorama, ya que el nuevo acuerdo podría enfrentar cuestionamientos judiciales por la ausencia de una ley del Congreso que lo respalde.
La segunda etapa de la estrategia está íntimamente ligada a la figura del premier argentino y su relación con Donald Trump. El presidente argentino aprovechará su presencia en Washington, en la ceremonia de asunción de Trump, para reforzar los lazos con su par estadounidense y obtener su respaldo político en el board del FMI. Este movimiento, según analistas, es clave para sortear posibles objeciones técnicas o políticas dentro del organismo multilateral.
Trump ha manifestado en varias ocasiones su afinidad ideológica con Milei, considerándolo un socio estratégico en América Latina. Esta relación no solo posiciona a Argentina en un lugar privilegiado en la agenda internacional, sino que también le permite a Milei utilizar el peso institucional de Trump para inclinar la balanza a favor de un desembolso extraordinario.
En paralelo, el equipo económico argentino ya ha iniciado contactos con Scott Bessent, futuro secretario del Tesoro de Estados Unidos, quien será una pieza central en la articulación del acuerdo con el FMI. Bessent deberá ser ratificado por el Senado norteamericano antes de sostener reuniones formales con la delegación argentina, un proceso que podría retrasar las negociaciones hasta marzo de 2025.