El Gobierno modificó por decreto los horarios de trabajo, descanso y vacaciones del personal aeronáutico.
Hugo Roldán
El Federal Noticias
BUENOS AIRES.- En la mañana de hoy el ministro de Desregulación y Transformación del Estado, Federico Sturzenegger, comunicó a través de su cuenta en la red social X, la oficialización de una reforma al Código Aeronáutico.
Se modificó los regímenes de horarios de trabajo, descansos, vacaciones y límites de servicios para pilotos, copilotos y tripulantes de cabina que se desempeñan en vuelos comerciales.
Las reformas se establecieron mediante el Decreto 378/2025, publicado este miércoles en el Boletín Oficial, apunta a alinear las regulaciones locales con los estándares internacionales, especialmente los de Estados Unidos y la Organización de Aviación Civil Internacional (OACI).
Desde la Secretaría de Transporte, aseguran que la medida busca mejorar la competitividad del sector aéreo, aumentar la cantidad de vuelos, bajar los costos operativos de las aerolíneas y ofrecer más opciones a los pasajeros, siempre “sin comprometer la seguridad operacional”.
Los cambios que fija el decreto
- Ya no cuenta como trabajo el traslado al aeropuerto
Antes: El tiempo que un trabajador tardaba en llegar al aeropuerto se computaba dentro de su jornada laboral.
Ahora: Solo se contabiliza como “horario de servicio” el período en el que el trabajador está efectivamente bajo las órdenes de la empresa en el aeropuerto.
Impacto: Se achican los márgenes de descanso entre turnos, permitiendo más turnos seguidos.
- El descanso semanal se reduce de 36 a 30 horas
La nueva norma baja el mínimo de descanso continuo semanal, homologándolo con los estándares de la Federal Aviation Administration (FAA) estadounidense.
Esto permite rotaciones más ajustadas y menos personal en plantilla para cubrir vuelos.
- Aumentan las horas máximas de vuelo por año
Antes: Un piloto podía volar hasta 800 horas al año.
Ahora: El nuevo tope sube a 1.000 horas anuales.
Aunque se reduce el máximo diario de 10 a 8 horas, existen excepciones que habilitan jornadas más largas con tripulaciones reforzadas (ver más abajo).
- Las vacaciones se unifican: 15 días al año
Antes: Un piloto en etapa inicial contaba con 30 días corridos más otros 15 legales, totalizando 45 días de descanso anual.
Ahora: Se establece un criterio unificado de 15 días consecutivos al año, sin sumas automáticas.
La medida busca equiparar el régimen con países como Estados Unidos, donde los pilotos nuevos tienen 14 días de vacaciones al año.
En relación a los vuelos largos o internacionales
El decreto incluye nuevas disposiciones que regulan la duración de los servicios dependiendo del número de pilotos a bordo y las comodidades de descanso:
Con 3 pilotos: el servicio puede extenderse hasta 13 horas por jornada.
Con 4 pilotos: se permite hasta 17 horas, y hasta 19 horas si el avión cuenta con instalaciones de descanso clase 1 (espacios para dormir horizontalmente) y si el vuelo comienza entre las 7 y las 13 hs.
Tripulantes de cabina: tendrán un máximo de 14 horas de servicio, que puede ampliarse hasta 16 o 18 horas con tripulaciones reforzadas. El descanso mínimo será de 10 horas, con aumentos proporcionales si se supera ese límite.
¿Cómo se controlará el cumplimiento?
La norma establece un modelo de corresponsabilidad entre las empresas y el personal aeronáutico. Las compañías podrán optar por implementar sistemas propios de gestión del riesgo por fatiga (FRMS), siempre que:
Cumplan con los niveles de seguridad operacional exigidos.
Presenten auditorías ante ANAC.
Sean diseñados según criterios científicos y técnicos.
El objetivo es prevenir accidentes asociados al cansancio, proteger la salud física y mental del personal y facilitar la adaptación horaria, especialmente en vuelos intercontinentales.
En los considerandos del decreto 378/2025, el Gobierno afirma que las normativas anteriores “tenían una fuerte carga política, influenciada por negociaciones sindicales que no respondían a criterios técnicos”. Según la nueva visión oficial, eso provocaba:
Distorsiones en la competencia entre operadores.
Altos costos laborales para las empresas.
Rígidas estructuras operativas, incompatibles con el crecimiento del tráfico aéreo.
Con la reforma, el Ejecutivo busca “dar libertad a las aerolíneas para organizar sus vuelos” y “alinear el régimen argentino con los estándares globales”, asegurando que “la seguridad siempre será prioritaria”.

