En La Rioja, la comunidad de Famatina enfrenta desde hace dos décadas a multinacionales mineras. La defensa del agua y el territorio se volvió símbolo de autonomía y resistencia. El conflicto revela tensiones entre desarrollo extractivista y derechos comunitarios.
Jorge Brizuela Cáceres
El Federal Noticias

El cerro Famatina sigue siendo epicentro de una lucha histórica contra la megaminería. Cinco empresas extranjeras fueron rechazadas en veinte años por la resistencia social local. El gobierno provincial, encabezado por Ricardo Quintela, reafirma que no habrá licencia social para minería en el cerro y se han presentado proyectos para concretar el Parque Nacional Famatina. Las Asambleas Ciudadanas denuncian la falta de transparencia y alertan sobre presiones económicas y políticas. El conflicto combina intereses globales, derechos ambientales y tensiones socioeconómicas.
Famatina, un pequeño pueblo riojano, vive de la agricultura, el turismo y la identidad comunitaria. Desde 2005, sus habitantes frenaron proyectos de Barrick Gold, Osisko Mining y Shandong Gold, entre otras. La Asamblea Ciudadana lidera la resistencia con bloqueos, asambleas y campañas informativas. Ambientalistas como Marcela Crabbe (ex-parlamentaria del Mercosur) denuncian intentos de avanzar con proyectos extractivos encubiertos. El gobierno provincial niega nuevos acuerdos, pero la comunidad se mantiene alerta.
El cerro Famatina no es solo una montaña rica en minerales, sino la principal fuente de agua para la región. Las luchas comenzaron formalmente en 2005 con la llegada de Barrick Gold, pero tienen raíces en disputas históricas por el uso del territorio. El rechazo a la megaminería se basa en antecedentes globales de contaminación, destrucción de ecosistemas y desplazamiento social. Cada empresa retirada ha dejado huellas de conflicto y desconfianza hacia autoridades provinciales y nacionales. Las consecuencias trascienden lo local: Famatina se convirtió en símbolo de la resistencia anti-extractivista en América Latina. Los recientes anuncios del gobernador Quintela en la convención minera PDAC ratifican la postura oficial, pero los asambleistas temen nuevas maniobras. El contexto económico, con crisis y desempleo, agrega tensión al debate entre desarrollo minero y sustentabilidad.
Según datos del Instituto Nacional de Estadística y Censos (INDEC), La Rioja mantiene índices de pobreza superiores al 40%, lo que genera presiones para aceptar inversiones mineras. Sin embargo, un estudio del Conicet publicado en 2024 demuestra que las comunidades cercanas a zonas mineras no mejoran significativamente su calidad de vida tras el desembarco de estas industrias. El especialista ambiental chileno Manuel Baquedano, consultado por este medio, advierte: “América Latina vive una ola extractivista que no mejora los indicadores sociales, solo concentra riqueza”. A nivel internacional, informes recientes de Human Rights Watch y Amnistía Internacional destacan la importancia de respetar el consentimiento libre, previo e informado de las comunidades, conforme al Convenio 169 de la OIT.
La resistencia en Famatina se construye en paisajes de montaña, agua pura y asambleas comunitarias. Se posiciona frente al extractivismo global que prioriza ganancias sobre derechos ambientales y humanos. También cuestiona el discurso hegemónico del progreso, proponiendo modelos locales basados en la sustentabilidad y el respeto a las voces comunitarias. Las luchas de Famatina enseñan que el conocimiento no es solo técnico, sino social, cultural y ambiental. Su ejemplo invita a reflexionar sobre quién decide y para quién se decide el destino de los territorios.
En síntesis, Famatina representa mucho más que un cerro: es un espejo donde se reflejan las tensiones de un país entre recursos naturales, desarrollo, justicia social y derechos ambientales. La batalla no es solo minera, es cultural, política y ética. Y su desenlace marcará el rumbo no solo de La Rioja, sino del modelo extractivo argentino.
Cambios y evolución legislativa

El caso Famatina aporta aprendizajes sobre democracia participativa y defensa de bienes comunes. Hay que fortalecer marcos legales que garanticen la consulta vinculante a las comunidades locales y exigir innovaciones tecnológicas que eliminen los riesgos ambientales. El futuro sostenible depende de una ciudadanía informada, organizada y empoderada frente a los desafíos globales. Estas son algunas propuestas consensuadas y otras novedosas:
- Fortalecer la Ley de Glaciares (26.639) para asegurar que las áreas de periglaciares o reservas de agua no se vean afectadas.
- Revisar las leyes de minería y regalías: actualmente muchas provincias cobran regalías bajas (del 3%), y no participan suficientemente de las utilidades. Habría que modificar la Ley 24.196 de Inversiones Mineras (impulsada durante la presidencia de Carlos Menem por el entonces secretario de Minería -y luego gobernador riojano- Ángel Maza) para establecer un nuevo esquema de regalías mínimas del 10% para todas las explotaciones, distribuido entre Nación, provincias y municipios. Con estos fondos se pueden crear organismos como un Fondo Provincial de Desarrollo Minero Sostenible, alimentado con el 30% de las regalías mineras, destinado a financiar infraestructura, salud, educación y diversificación económica en las comunidades cercanas a las zonas de explotación.
- Crear leyes de participación comunitaria obligatoria, que no sean solo audiencias informativas sino mecanismos reales de consulta vinculante. Por ejemplo una Consulta Vinculante Comunitaria, para que ningún proyecto minero podrá avanzar sin la aprobación mediante consulta directa de las comunidades afectadas.
- Exigir seguros o garantías económicas previas por parte de las empresas para cubrir posibles daños ambientales futuros. Puede obligarse a las empresas mineras a presentar una garantía financiera por daños ambientales equivalente al 15% del valor total estimado del proyecto, depositada en un fideicomiso provincial.
- Aumentar las competencias y recursos de los organismos de control ambiental, que hoy suelen estar subfinanciados y limitados. Puede crearse una Agencia Provincial de Monitoreo Ambiental Minero, autónoma y con participación académica, encargada de controlar y publicar en tiempo real los indicadores ambientales de los proyectos mineros.
- Nuevas tecnologías y procedimientos Establecer la obligación del uso de tecnologías limpias certificadas, reduciendo el uso de químicos peligrosos (como cianuro y mercurio) y optimizando el consumo de agua. También se podría disponer la creación de un Registro Nacional de Buenas Prácticas Mineras, que incluya a las empresas que cumplan estándares internacionales (como IRMA o ICMM) y que accederán a incentivos fiscales limitados.
- Acceso a la información pública y control de organismos científicos y técnicos Es necesario crear un Sistema Nacional de Información Pública Minera, de acceso libre, donde deberán volcarse todos los datos ambientales, económicos y sociales de los proyectos mineros, incluyendo contratos, regalías, permisos y monitoreos. También se debe fortalecer el rol de los organismos científicos nacionales (CONICET, INTA, INTI, universidades, institutos) en los estudios de impacto ambiental, incorporándolos como asesores obligatorios en los grandes proyectos.
Desarrollos Tecnológicos

Tecnológicamente destacan avances recientes en minería verde, como el uso de bacterias para separar minerales (biolixiviación) y sistemas de recirculación de agua cerrados, pero su implementación aún es limitada. Para que estas innovaciones sean exigidas, hace falta voluntad política y regulaciones precisas, algo que la comunidad científica insiste en reforzar. Analicemos ejemplos que ya se aplican a nivel mundial:
1. Minería de Precisión y Digitalización La aplicación de tecnologías como sensores, drones, modelos 3D y análisis geoespacial permite identificar con gran exactitud las zonas de extracción, reduciendo el volumen de material removido y, por ende, el impacto ambiental. La inteligencia artificial (IA) también está teniendo un impacto significativo en la minería, ayudando a la industria a ser más eficiente y sostenible.
2. Biominería La biominería utiliza microorganismos para extraer metales de los minerales, evitando el uso de sustancias tóxicas como el cianuro o el mercurio. Este enfoque biotecnológico es una alternativa más ecológica y segura para la recuperación de metales.
3. Gestión Eficiente del Agua Las tecnologías de tratamiento de agua permiten reciclar y reutilizar el agua en el sitio, reduciendo la contaminación y el consumo de recursos hídricos. Los sistemas de gestión de residuos avanzados aseguran la disposición segura de materiales tóxicos y peligrosos.
4. Reutilización de Residuos Mineros Investigaciones recientes han identificado oportunidades para recuperar metales estratégicos como cobre y zinc en residuos mineros. Por ejemplo, en Nerva, España, se han hallado sales sulfatadas eflorescentes ricas en metales, que podrían recolectarse y tratarse mediante técnicas hidrometalúrgicas, representando una alternativa de minería renovable de bajo coste. En el Proyecto Pirquitas de Jujuy, una mina de plata y zinc, tras su cierre parcial, se impulsaron estudios para recuperar metales residuales de los desmontes y relaves, usando procesos de retratamiento para obtener concentrados secundarios.
5. Captura de Carbono y Economía Circular El Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC) en España está investigando cómo los subproductos industriales pueden ser utilizados para reducir el CO₂ en la atmósfera. Este enfoque podría tener aplicaciones significativas en la minería, ayudando a la industria a reducir su huella de carbono. En Chile, algunas mineras como Candelaria están implementando planes de compensación de emisiones a través de proyectos de captura de CO₂ por reforestación en zonas degradadas cercanas a las faenas mineras. Esto busca mitigar parte de la huella de carbono de la producción de cobre. En Argentina se trabaja en el reciclaje de agua en litio, en proyectos en el Salar de Hombre Muerto y Salar del Rincón, donde buscan recircular hasta el 85% del agua utilizada en la extracción de litio, reduciendo el impacto hídrico y los residuos salinos.
6. Electrificación y Automatización de Equipos La implementación de soluciones innovadoras en la minería, como la electrificación de equipos y la automatización, permite optimizar el uso de recursos como el agua y la energía, traduciéndose en un significativo ahorro y en la reducción del impacto ambiental.
7. Innovaciones en Procesamiento de Minerales Las tecnologías energéticamente eficientes de procesamiento y refinado desempeñan un papel crucial en la mejora de la recuperación de metales, incluso a partir de minerales complejos y depósitos de baja ley. Estos enfoques innovadores mejoran los índices de recuperación de metales, reducen el impacto ambiental y disminuyen el consumo de energía y agua.