
El gobierno nacional presentó el proyecto de presupuesto 2021 en Diputados, que se empezará a discutir desde mañana con la presencia del ministro de Economía, Martín Guzmán, con un mensaje claro: el federalismo no existe, la amistad y el nepotismo sí. Los gobernadores mimados por la vicepresidenta Cristina Kirchner serán los más beneficiados con el reparto de la obra pública: Axel Kicillof (Buenos Aires) y Alicia Kirchner (Santa Cruz).
El Gobierno volcará el año próximo el 2,2 por ciento del PBI a reactivar el sector; serán, en total, $842.683 millones, casi el doble (89,9% superior) al de este año, que apenas superó los $444 mil millones. Tres serán los ministerios encargados de ejecutar el gasto: el de Obras Públicas, a cargo de Gabriel Katopodis, al que se le asignó el 35% del total de la partida; el de Transporte, encabezado por Mario Meoni, con el 17%; y el de Desarrollo Territorial y Hábitat, conducido por María Eugenia Bielsa, con el 14% de los recursos asignados.
Con la prioridad puesta en la obra pública, el año próximo habrá una drástica poda en las transferencias corrientes a las provincias, las cuales crecieron de manera exponencial este año (casi un 200%) como consecuencia de la pandemia. Así como eliminará los programas de asistencia destinados a atender la emergencia -el Ingreso Familiar de Emergencia (IFE) y Asistencia al Trabajo y la Producción (ATP)-, el Gobierno también tiene previsto cortar el flujo de fondos a las provincias para atender sus desequilibrios fiscales producto de la caída de la recaudación.
En efecto, según el proyecto de presupuesto 2021, estas transferencias giradas a provincias y municipios caerán un 21% el año próximo: allí están incluidos los Aportes del Tesoro Nacional (ATN) que distribuye el Ministerio del Interior entre las provincias: según el proyecto, tendrán una poda del 61%.
No todas las provincias, sin embargo, verán disminuidas sus transferencias. El presupuesto de 2021 incluyó el flamante Fondo de Fortalecimiento Fiscal para la provincia de Buenos Aires, el cual contará con casi $50.000 millones anuales que fueron detraídos por decreto presidencial de la coparticipación porteña para destinarlos a las arcas bonaerenses.
Provincias beneficiadas
Según figura en el proyecto de ley de presupuesto, el total de $842.683 millones de gasto de capital previsto para el año próximo se volcará en 6562 proyectos de inversión en distintos rincones del país. El grueso del gasto se volcará en Buenos Aires, con $148.564 millones (17% del total), seguido por la Capital, con $71.396 millones (8,4%) y Córdoba, con $18.472 millones (2,8%).
Lo llamativo es que cuarta en el ranking aparece Santa Cruz, el territorio kirchnerista por antonomasia. A la provincia gobernada por Alicia Kirchner se le girarán $20.182 millones en gastos de capital para obras públicas, desplazando así a Santa Fe, que recibirá $18.472 millones.
Una vez más, como en la época del apogeo kirchnerista, Santa Cruz vuelve a estar entre las favoritas, en este caso para reflotar el proyecto energético más ambicioso que se había impulsado en la gestión de Cristina Kirchner durante su gestión pero que se vio trunco durante el gobierno de Mauricio Macri: los complejos hidroeléctricos Cóndor Cliff y La Barrancosa. A ambos emprendimientos se le destinarán poco más de $14.700 millones.
En líneas generales, buena parte de estas obras que se prevén ejecutar el año próximo estarán concentradas en el ministerio que encabeza Katopodis: quien fuera intendente de San Martín tendrá a su cargo un presupuesto de poco más de $290.000 millones. Hombre del presidente Fernández y de excelente relación con los intendentes del conurbano, Katopodis ya anticipó que buena parte del gasto se invertirá en el programa Argentina Hace, con el que ya está ejecutando más de 200 obras de ejecución rápida en 2300 municipios del país, con mano de obra local.
Otra gran receptora de fondos para obras públicas será la empresa AySA , que conduce Malena Galmarini. Desde la cartera de Obras Públicas se le girarán $153 mil millones para distintas obras de saneamiento focalizadas en el conurbano bonaerense.
La Dirección Nacional de Vialidad, en tanto, recibirá una partida de poco más de 100 mil millones; según anticipó en el proyecto de presupuesto, su inversión más destacada será un programa de obras viales menores mediante transferencias a municipios y provincias como así también la construcción de la autopista Camino del Buen Ayre, en territorio bonaerense.
En tanto, el ministerio que conduce Meoni proyecta gastar en 2021 un total de $141.162 millones, los cuales se volcarán, ante todo, a la red ferroviaria, donde se espera comprar 200 nuevos coches para la Línea Roca, readecuar y electrificar el Ferrocarril San Martín; modernizar el tren Mitre y la Línea Belgrano Norte.
Está claro que el oficialismo pondrá los recursos en Buenos Aires, territorio donde el Gobierno aspira a consolidar su dominio en las elecciones legislativas del año próximo. Los anuncios ya comenzaron: el viernes último Meoni, junto al presidente de la Cámara de Diputados, Sergio Massa, y Máximo Kirchner, jefe del bloque oficialista, anticiparon el inicio de obras ferroviarias para los municipios bonaerenses de Lomas de Zamora, Almirante Brown y San Vicente.
Por su parte, la ministra Bielsa recibirá el año próximo un presupuesto de $116.939 millones, los cuales serán destinados mayoritariamente para fondear el sistema de créditos del Plan Procrear, llevar adelante la ejecución de obras de infraestructura, saneamiento, conectividad y equipamiento urbano en barrios populares. Será la oportunidad de Bielsa de levantar su perfil en un gabinete que le cuestiona falta de acción.
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