Osvaldo Rofrano había escrito el domingo pasado en su cuenta de X, sobre las amenazas recibidas.
Hugo Roldán
El Federal Noticias
MENDOZA.- En la tarde del jueves fue encontrado sin vida, en su domicilio del barrio privado Las Candelas, en Chacras de Coria, Luján de Cuyo, el empresario Osvaldo Rofrano. Su esposa lo halló flotando en la pileta y llamó a los guardias de la seguridad, diciendo que se había «suicidado».
Para la Fiscalía de Homicidios la hipótesis también es que el hombre se arrojó a la piscina para ahogarse y quitarse la vida, sin embargo, sus últimos posteos en las redes sociales abren varias sospechas e interrogantes.
Existen elementos que podrían contradecir a esta teoría. El cuerpo estaba flotando en el agua con precintos en las manos y en los pies, y en el interior de la vivienda había cierto desorden.
Para establecer cómo murió Rofrano será fundamental la autopsia que le practiquen (en principio no tenía lesiones visibles), así como también el relevamiento de algunas cámaras de seguridad del barrio privado de Chacras de Coria. Resta averiguar si recibió alguna visita mientras estaba solo, ya que su esposa había salido en horas de la mañana.
La investigación está a cargo de la fiscal de Homicidios Andrea Lazo.
El periodista Christian Sáez reveló una conversación que tuvo con Rofrano:
El periodista de investigación y titular de diario Mendoza Today, comentó que le respondió al día siguiente de recibido el mensaje, el 24 de mayo, y acordamos que me pasaría una serie de documentos y datos sobre aquella corrupción que juraba conocer. Ello derivó en un par de notas que fueron publicadas en el diario
Agregó Sáez: «Al paso de los días, Rofrano me aseguró que lo venían amenazando de muerte luego de tener una fuerte discusión con una tal Suárez, quien estaba instalando una empresa de gases medicinales en el parque industrial de Luján de Cuyo. En la trama aparecía el tópico del narcotráfico.
Le recomendé hacer una denuncia en el Ministerio Público Fiscal, incluso le expliqué que podía hacerla desde internet. Sin necesidad de concurrir a la Justicia de manera presencial. No al menos en un principio.