El ex-gobernador de Tucumán fue sentenciado por nueve hechos de agresión sexual, cometidos entre diciembre de 2017 y marzo de 2018.
Hugo Roldán
El Federal Noticias
BUENOS AIRES.- En la noche del primer día hábil de la semana, minutos después de las 20, el juez Federal Juan María Ramos Padilla anunció la condena contra José Jorge Alperovich, por el delito de abuso sexual contra su sobrina.
El ex-gobernador de Tucumán recibió una sentencia de 16 años de prisión y fue detenido de forma inmediata. Adicionalmente, fue inhabilitado permanentemente para ocupar cargos públicos tanto nacionales como provinciales.
El juicio contra «El Zar Tucumano», comenzó el 5 de febrero, y abarcó nueve cargos por intento de abuso, abuso simple y abuso agravado con acceso carnal. Se realizaron 15 audiencias con la participación de casi 70 testigos y peritos.
Este mediodía, Alperovich optó por no pronunciar sus últimas palabras antes del fallo y el juez Ramos Padilla del Tribunal Oral N° 29, programó la lectura de la sentencia para las 20 horas, algo que prácticamente se cumplió puntualmente.
La víctima es 35 años menor que Alperovich y además su sobrina. Trabajó en la campaña política para las elecciones de 2019 en Tucumán.
La investigación señala que los abusos tuvieron lugar entre el 14 de diciembre de 2017 y el 26 de marzo de 2018, en San Miguel de Tucumán, Yerba Buena y un apartamento del acusado en Puerto Madero, cuando este ocupaba una banca en el Senado de la Nación.
Familiares de la víctima, incluyendo sus padres y abuela, así como amigos y ex-compañeros de trabajo, testificaron en el juicio. Ellos notaron un evidente deterioro físico, psicológico y emocional en la denunciante, durante el tiempo que trabajó para Alperovich.
Se alegaron que los “accesos”, “tocamientos” e “incidentes indecorosos” ocurrieron en diferentes propiedades del acusado en Puerto Madero; en su vehículo personal durante campañas políticas; en su búnker electoral en San Miguel de Tucumán; y en dos fincas en Yerba Buena.
Los querellantes Carolina Cymerman y Pablo Rovatti acusaron a Alperovich de aprovecharse de su posición dominante laboral, familiar y política para cometer los delitos.
El fiscal Sandro Abraldes destacó la desigualdad de poder entre Alperovich y la víctima, afirmando que «él no buscaba una colaboradora laboral sino una conquista sexual».