A una semana de las elecciones, la candidata presidencial de Juntos por el Cambio pateó el tablero y le ofreció al jefe de Gobierno porteño sumarse a su gabinete.

Los votos de Patricia Bullrich más Horacio Rodríguez Larreta le dieron a Juntos por el Cambio el segundo lugar en las PASO, dejando al oficialista Unión por la Patria en tercer lugar. Uno de los desafíos más importantes que tenía la ahora candidata presidencial de Juntos por el Cambio era retener el caudal de votos que podía aportar el jefe de Gobierno porteño.
A una semana de las elecciones, Bullrich presentó a Rodríguez Larreta como su jefe de Gabinete en caso de llegar a la Casa Rosada. De este modo, Juntos por el Cambio logró la unidad que tanto pregonó, pero incorporó a su equipo a un dirigente obsesivo de la gestión, un hacedor.
Rodríguez Larreta conoce como nadie los resortes del Estado. Fue jefe de Gabinete de Mauricio Macri durante los ocho años y luego fue ocho años jefe de Gobierno. Cuentan los funcionarios de la gestión porteña en los años de Macri que Rodríguez Larreta tenía un tablero de control en la cabeza, estaba al detalle de todo lo que hacía la gestión macrista y arrancaba las mañanas muy temprano armando reuniones de Gabinete para controlar la gestión.
Estas cualidades, que Patricia Bullrich conocía de hace tiempo, fueron suficientes para que le ofreciera el lugar más importante dentro del Gabinete.
La decisión de Bullrich actuó como una vitamina en el principal armado opositor, que además de contar con al menos 10 gobernadores -que podrían alcanzar 13 el 22 de octubre- unos 500 intendentes y mayorías en el Congreso para sostener el cambio de timón que requiere el país, ahora sumó a un hombre con una gestión exitosa. Esto fue muy aplaudido por el resto de la dirigencia de Juntos por el Cambio y permitirá encarar esta semana con la expectativa de asegurar un lugar en el ballotage.
