
Carlos Arce, Pío De Amoriza y Leonardo Cano han recurrido a emplear residuos plásticos como botellas, shampoo, gaseosas y fardos para convertirlos en postes y tablas plásticas gracias a diferentes industrias de Mendoza y Buenos Aires.
Desde Junín, en la región de Cuyo en Mendoza tienen la misión de reemplazar de alguna manera los cinco millones de postes de madera que se utilizan en la provincia y para los cuales se requiere de la tala de casi un millón y medio de árboles.
La transformación de los residuos plásticos terminan reutilizados en postes para viñedos, tablas para pisos y material que abastece a la producción vitivinicultora de la provincia.
De esta forma reduce en gran medida la necesidad de talar árboles en beneficio de un aporte ecológico al ambiente.
«Cada poste reciclado se denomina Vidplast, recupera más de 10 kilos de residuo plástico y nuestros postes instalados recuperan cerca de 6.000 kilos de basura de este material por hectárea, evitando la tala de más de 300 árboles», comenta uno de sus propulsores.
Además resultan ser resistentes al agua y a los golpes por la que mejora los tiempos de vida útil.
El impacto que tienen este tipo e iniciativas es increíble. Ahorramos energía y luchamos contra el cambio climático, usamos menos materia prima, en este caso el forestal, se fabrican productos innovadores, se crean nuevos puestos de trabajo y se preserva el medio ambiente.
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