Por Dr. Roberto Udrisar*
EL FEDERAL NOTICIAS
La ciencia no tiene una sola cara. Parte IV
Lo que convendría saber sobre virus, bacterias y Covid19 para protegernos de las enfermedades
Teoría del terreno
Algunos hombres de ciencia promueven la “teoría del terreno” para explicar que existen condiciones externas (el medioambiente), como así también internas (el medio donde habitan nuestras células) que juegan un papel fundamental en el origen y transcurso de la enfermedad. Al medio externo y al interno (el organismo) le llaman “el terreno”.
Que el virus entre a un organismo no implica que ese organismo enferme, eso dependerá del estado en que se encuentra, entonces el contagio no depende del virus sino del organismo en el que virus penetra.
El estado que en que se encuentra el terreno (organismo) determina la capacidad de adaptación a las nuevas condiciones. La capacidad de adaptación significa que el organismo genera cambios biológicos para la sana convivencia con el virus. Si el terreno está agredido, se pierde la capacidad de adaptación y entonces puede desarrollarse la enfermedad.
Entonces ante la entrada del virus, habrá personas que ni se enteran (asintomáticos), otros que tendrán síntomas leves, otros síntomas más importantes y otros morirán, todo dependerá del estado que se encuentran el sistema inmune e inflamatorio del organismo.
Si el terreno está agredido, alterado o desequilibrado, la adaptación que exige la entrada de un virus será más difícil de llevar a cabo. La culpa entonces no la tiene el virus porque el mismo virus puede provocar reacciones distintas en diferentes personas.
La vida no es un campo de batalla donde triunfa el más fuerte, sino una empresa cooperativa en la que todos los seres vivos son necesarios para mantenerla. Cada ser vivo tiene un lugar y un papel que cumplir.
Las bacterias no son malas porque forman parte del ser humano y no son la causa primaria de la enfermedad, la causa primaria es el terreno. Pero es mucho más fácil echarle la culpa a algo externo que asumir nuestra propia responsabilidad.
Las personas que enferman de cierta gravedad o mueren como consecuencia de la presencia de un virus en su organismo es porque han tenido un terreno muy degradado y por lo tanto no pudieron adaptarse, el virus fue la gota que colmó el vaso.
Muchos estudiosos del tema relacionan las epidemias con cambios medioambientales como por ejemplo, cambios electromagnéticos, tormentas solares, variaciones climáticas por contaminación ambiental, etc.
Otros asocian al miedo con una alteración del terreno y lo debilita ante el contacto con los virus, lo cierto es que las emociones tienen un gran impacto en la salud y el miedo juega un papel activo en la ruptura del equilibrio funcional del organismo. Demás está decir que cuando millones de personas sienten miedo al mismo tiempo alteran el medioambiente ya que el campo energético del entorno reduce la frecuencia vibratoria que incide en el campo electromagnético individual. A esto podríamos llamarle “contaminación por miedo”. Es perverso sembrar miedo en la gente como estrategia para disminuir el riesgo de contagio.
Otros observan que la administración de vitamina D reduce el riesgo de contagio. Como la vitamina D es producida en el organismo en contacto con el sol, tiene sentido que las gripes sean más frecuentes en invierno.
La concentración de un mayor número de personas contagiadas en un lugar determinado se debe a que todos tienen la misma contaminación ambiental como sucede en conglomerados urbanos, al que se suma el miedo colectivo, factores estresantes, etc., es decir el mismo tipo de agresiones.
Cuando una situación externa (contaminación ambiental) o interna (vivir a predominio de las hormonas del estrés) rompen el equilibrio biológico y penetran virus o bacterias, el organismo no está preparado para adaptarse correctamente a tamaña cantidad de cambios y se produce la enfermedad. Para qué?, para avisarnos a que tratemos de lograr el equilibrio perdido. Esto significa que ante la enfermedad intervienen muchos factores.
Todas las enfermedades causadas por traumas emocionales se producen para reparar el daño que las emociones hicieron al desequilibrar el organismo. Las emociones rompen la homeostasis y manda un síntoma (la enfermedad) para que seamos conscientes que debemos reconocer la emoción, transmutarla y devolverle al cuerpo el equilibrio perdido.
El ser humano forma parte de la naturaleza, no está separada de ella, si talamos los árboles que nos dan oxígeno para que podamos vivir, la naturaleza nos dará un cambio climático que nos perjudicará para que nos demos cuenta de que no debemos romper el equilibrio, o nos mandará una pandemia. Lo mismo ocurre con nuestro cuerpo, los virus no están separados de nosotros forman parte de nuestro ecosistema y si rompemos la armonía, proliferan y nos informan que debemos recomponer el equilibrio cambiando los hábitos de vida para que el organismo pueda adaptarse a una nueva situación.
- *Roberto Miguel Udrisar. Director de Salud Holística Paraná. Centro de medicina integrativa.
- Autor del libro “Vivir con salud. Un enfoque integrador”.
- Autor del libro “Armonía personal productiva”.
- Autor del libro “Proyecto ser Uno”.
- Embajador oficial de Biia lab en Paraná. Entre Ríos. República Argentina. (organización norteamericana creada para transformar el ser).
- e-mail: rudrisar@hotmail.com