El alcalde omitió las sugerencias que le hizo el expresidente Mauricio Macri y demostró que está dispuesto a profundizar su moderación y ser el próximo Presidente.
BUENOS AIRES.- Horacio Rodríguez Larreta no deja nada librado al azar. Aún cuando la política es una ciencia social donde uno más uno no siempre es igual a dos, el jefe de Gobierno porteño estudia cada movimiento que da, pero siempre basado en algunos datos duros.
Cuando desde algunos sectores de Juntos por el Cambio apostaban que el jefe de Gobierno porteño iba a declinar su candidatura presidencial, Rodríguez Larreta se mostró más competente que nunca. En la jerga, Rodríguez Larreta recuperó el centro de la escena al convocar a las elecciones porteñas el mismo día en que se votará para Presidente, pero bajo una modalidad diferente.
Mientras la boleta de Presidente estará atada a la de diputados nacionales; el jefe de Gobierno y legisladores porteños se elegirán mediante boleta única electrónica, como lo establece la legislación porteña. «No hubo ningún cambio de reglas», argumentan cerca del jefe de Gobierno porteño.
Hay varias lecturas que se hicieron tras el anuncio de Rodríguez Larreta:
Desde el Larretismo señalan que la decisión fortalece a Juntos por el Cambio en la Ciudad de Buenos Aires, ya que el efecto Milei no arrastrará legisladores porteños y el parlamento de la Ciudad de Buenos Aires tendrá mayoría de Juntos por el Cambio.
El alcalde porteño anticipó que apoyará a un candidato del PRO para su sucesión. Hay tres candidatos anotados para esa competencia: Jorge Macri, que cuenta con el aval de su primo y ex presidente Mauricio Macri; y los ministros porteños Soledad Acuña (Educación) y Fernán Quirós (Salud). Pero dentro del paraguas de Juntos por el Cambio, el economista Martín Lousteau también pugna por suceder a Rodríguez Larreta.
De hecho, desde Macri, hasta las posibles rivales internas de Rodríguez Larreta, -María Eugenia Vidal y Patricia Bullrich-, creen que la decisión de «concurrir» las elecciones porteñas con las nacionales beneficiaría a Lousteau. Es que en una hipotética simultaneidad entre los comicios porteños y nacionales, Lousteau debería ir atado a la boleta del precandidato presidencial de la UCR, Gerardo Morales o Facundo Manes, y por ende, estaría en desventaja respecto de los candidatos del PRO, mejores posicionados para desembarcar en la Casa Rosada desde el 10 de diciembre.
Rodríguez Larreta tenía hasta el viernes para anunciar la convocatoria a elecciones. Sin embargo, anticipó su jugada. Con esto, deja claro que está dispuesto a jugar fuerte para ser el candidato a presidente de Juntos por el Cambio, pero además es la demostración que será fiel a sus convicciones y transitará por el camino del diálogo, el consenso y la moderación.