La localidad de Mercedes es «invadida» por miles de peregrinos, que le rinden culto cada 8 de enero. El mito.
Hugo Roldán
El Federal Noticias
CORRIENTES.- Llego el día más esperado del año, para los devotos del Gauchito Gil. Una de las personalidades argentinas a quien más se le rinde culto y todos los 8 de enero miles de peregrinos visitan el «santuario», ubicado en la localidad de Mercedes en la provincia de Corrientes.
¿Quién fue este hombre tan venerado?
Si bien no se sabe con exactitud la historia del Gauchito Gil, se cree que Antonio Mamerto Gil Núñez nació un 12 de agosto de aproximadamente 1847, en Mercedes.
Fue un peón rural que se reclutó para luchar en la Guerra de la Triple Alianza y formó parte de las milicias que luchaban contra los federales. Según la historia, se enlistó luego de comenzar una relación con una viuda adinerada y fue una forma de escapar de los hermanos de la mujer y de un comisario que estaba enamorada de ella.
En uno de sus sueños, se dice que el dios guaraní Ñandeyara se le apareció y le dijo: “No quieras derramar sangre de tus semejantes”. Fue entonces que abandonó el ejercito y se hizo “justiciero”. El Gauchito Gil empezó a robarle a los ricos para darle a los pobres, sanaba enfermos y vengaba a los humillados, convirtiéndose así en una persona muy querida por los peones.
Como consecuencia de sus acciones, Mamerto Gil Núñez fue capturado y sentenciado a muerte por todos sus delitos, aunque algunos creen que tiene que ver con que conquistó a una mujer que pretendía un comisario. La policía lo atrapó mientras dormía una siesta luego de una noche de juerga en el marco de las fiestas por San Baltazar.
Mientras lo estaban trasladando a la ciudad de Goya para ser juzgado, los soldados cambiaron de opinión y decidieron ejecutarlo en el camino, a ocho kilómetros de Mercedes. Lo colgaron boca abajo en un árbol de la zona y, como nadie se animaba a matarlo, el coronel Velázquez lo degolló contra su voluntad y siguiendo órdenes de un superior. Dicen que “su sangre cayó como una catarata que la tierra se bebió de un sorbo”. Fue en ese preciso instante cuando nació el mito y su propio asesino se convirtió en su primer devoto.
Existen varias versiones de esta leyenda, muchas concuerdan que fue un 8 de enero en que fue ejecutado el Gauchito Gil. Es por eso que se eligió esta fecha para honrarlo.
Durante esta jornada miles de seguidores deciden viajar a Corrientes para rezarle, agradecerle y le piden protección. Además, a lo largo de las rutas del país suele haber «grutas» en su honor, que suelen tener velas encendidas. Otra forma que tienen sus fieles de honrarlo es acercándoles cigarros o convidándole un trago de vino.