La cuenta oficial de Casa Rosada difundió una pieza publicitaria que apela al miedo y a la muerte, para concientizar sobre la necesidad de permanecer alertas y activos en cuanto a las medidas de prevención frente al avance del coronavirus.
En las redes sociales tuvo un gran revuelo porque el médico que aparece en el spot no tiene barbijo puesto; y luego se conoció que las imágenes tomadas para armar la publicidad fueron compradas a un banco de imágenes. Agrupación Ciudadana tuiteó la novedad y desató la polémica.
No es la primera vez que el Gobierno Nacional apela al miedo en una pieza publicitaria, para paralizar a la sociedad. Sin embargo, esto no fue un impedimento para que la gente reclame, cada vez con mayor fuerza, por el desastre económico que el gobierno de científicos está causando en el país.
El spot fue replicado en redes sociales por referentes del gobierno, entre ellos el Jefe de Gabinete, Santiago Cafiero, y el ministro de Salud, Ginés González García, quienes cosecharon miles de reacciones y comentarios, muchos de ellos indicando que apelar al miedo era un «golpe bajo» para una ciudadanía que en su conjunto ha acompañado el aislamiento social y preventivo.
Además de apelar a la responsabilidad individual, se le reclama al gobierno la implicancia que ha tenido para administrar las medidas, con una cuarentena que supera los cuatro meses con un pico de contagios que se ha corrido hasta el momento donde se disparan a diario los números.
También una de las imágenes sorprende con un médico que sin barbijo le coloca una máscara a un paciente en una camilla, como un error impensado de cualquier agente sanitario.
«Sin barbijo» resultó de los más usados para responder al spot.
Cerca de 30 segundos con frases que de alguna manera cuestionan las medidas para pedir responsabilidad: “Es el cumple del viejo, ¿cómo que no vamos a hacer nada? Son 70 pirulos”, “dale Lau, imposible que nos contagiemos, yo me re cuido”; “cortémosla con la cuarentena”, entre otras.
Las redes sociales marcan, en muchos casos, la agenda política y disparan alertas sobre discursos que terminan siendo cuestionados con una rapidez que generan tendencias que no se pueden controlar.
