El fiscal federal Gerardo Pollicita está explorando si la falta de control fue un error o una omisión voluntaria.
Hugo Roldán
El Federal Noticias
BUENOS AIRES.- En las últimas horas se supo que la Justicia Federal tiene una nueva hipótesis en la investigación del desvío de millones de pesos, del plan destinado a los argentinos más necesitados, Programa Potenciar Trabajo.
El fiscal federal Gerardo Pollicita está explorando si la falta de control sobre las facturas truchas presentadas por el Polo Obrero fue un error o una omisión voluntaria, y si ex-funcionarios del ex Ministerio de Desarrollo Social (gestión de Alberto Fernández y Cristina Fernández de Kirchner) podrían estar involucrados.
La investigación apunta a la Secretaría de Economía Social, liderada por Emilio Pérsico. Desde esta dependencia se autorizaron $361 millones al Polo Obrero y la Cooperativa El Resplandor Limitado, fondos que debían ser destinados a la compra de maquinaria y ropa de trabajo. Sin embargo, la la Justicia sospecha que parte de este dinero fue desviado a empresas ficticias para justificar gastos inexistentes y financiar al Partido Obrero, competidor en las elecciones dentro del Frente de Izquierda.
Una fuente judicial destacó que el Ministerio de Desarrollo Social no podía desconocer que la empresa Coxtex, catalogada como apócrifa por la AFIP en 2020, estaba involucrada. Además, llamó la atención la falta de escrutinio sobre empresas sin historial comercial como Miniso Trade, a la que el Polo Obrero declaró haber comprado computadoras.
La Justicia reunió pruebas sobre varias empresas que el Polo Obrero habría usado para desviar fondos, incluyendo la Imprenta Rumbos, Coxtex, RicoPrint, UrbanGraphics, Carlos Monfrini y Miniso Trade. Estas compañías emitían facturas truchas para justificar los fondos del programa Potenciar Trabajo, y en algunos casos, después de recibir el dinero, endosaban cheques a la imprenta Rumbos, ubicada en la sede del Partido Obrero. Se ha comprobado que Rumbos aportó $18 millones al Partido Obrero y contrató servicios de publicidad para su campaña.
El juez federal Sebastián Casanello también detectó que el Polo Obrero presentó rendiciones ante Desarrollo Social por $10.000.000 con facturas de Urban Graphics y Rico Print, que posteriormente emitieron cheques en favor dela imprenta Rumbos. Además, se descubrió que el Polo Obrero le compró computadoras y software a Miniso Trade SRL, una empresa con una factura inaugural en junio de 2022, lo que ha generado más sospechas sobre la autenticidad de estas transacciones.