
El Arroyo del Medio divide las dos ciudades del Departamento General Obligado, en el norte santafesino. Avellaneda y Reconquista tuvieron ayer las dos expresiones de la grieta, tras el gran banderazo vivido en el país el pasado 20 de Junio.
Desde Avellaneda marcharon «por el respeto a la libertad, la República y la propiedad privada». Una movida que tuvo su correlato en distintas ciudades de Santa Fe, Capital Federal, Córdoba y otras capitales.
En Avellaneda estaba claro que la convocatoria mayoritaria fue en repudio a la posible estatización del grupo agroexportador en quiebra, acción pretendida por el Gobierno Nacional.

La policía de Santa Fe pretendió impedir el paso de los manifestantes de Avellaneda hacia Reconquista con un importante operativo policial. Para ello movilizó fuerzas desde otras ciudades.
Después de varios minutos de reclamos los manifestantes cruzaron, exteriorizaron su reclamo y en ningún momento se encontraron con la marcha contraria.
La caravana en defensa de la empresa fue integrada por productores, dirigentes políticos, comerciantes, empresarios, accionistas de Vicentin y vecinos de Avellaneda.
No obstante, ambas convocatorias centradas en Vicentin también terminaron desarrollándose con unos pocos kilómetros de diferencia. Cuando la columna procedente de Avellaneda llegó a Reconquista, la movilización de gremios y organizaciones sociales y políticas ya había concluido.
La contramarcha
Tal como estaba previsto, otra movilización convocada por el gremio de los aceiteros y otras agrupaciones gremiales que se agrupan en la multisectorial se expresaron a favor del Gobierno Nacional.
En este caso fue una caravana de vehículos que terminó concentrándose en el sur de la ciudad de Reconquista con una clara expresión pública a favor del kirchnerismo.
