Los colectivos de la empresa provincial Rioja Bus no circularán los días domingos y se acentúa el conflicto entre taxistas, remiseros y los choferes de Uber. Sin subsidios para los colectivos y con la intempestiva irrupción de Uber, los riojanos tienen cada vez más difícil llegar a su trabajo y volver a casa.
La eliminación para todo el interior de los subsidios al transporte público de pasajeros puso en crisis toda la estructura de empresas públicas y privadas que se había generado en torno a este fondo. La decisión unitaria del gobierno libertario sobre los subsidios al transporte, significó que la empresa estatal Rioja Bus pasara de ser una Sociedad Anónima con Participación Estatal Mayoritaria a convertirse en otras repartición administrativa más, abandonando convenios salariales con los sindicatos del sector, algo que de todas maneras venía siendo meramente figurativo.
Los ex choferes y personal de San Francisco, la empresa de los sanjuaninos Igualada que abandonaron raudamente el servicio en el año 2017, que fue suplantada en 2020 por una empresa estatal que trató de constituirse en una nueva aventura transportista del quintelismo. Junto con la empresa privada desapareció también la autonomía del departamento Capital en materia de transporte, quedando intervenida esta facultad por una ley provincial. Lo sorprendente es que este jueves la misma repartición estatal anunció que se suma al paro nacional, lo que configura una medida política y no gremial del peronismo contra el gobierno nacional libertario.
Por otra parte, como en gran parte del país la falta de normativa produce conflictos entre los taxistas y remiseros -mejor dicho, entre los propietarios de los vehículos y licencias, sobretodo sin son múltiples-, y los choferes de la aplicación Uber. Los principales beneficiarios son los usuarios que ven costos mucho menores, incluso que con los colectivos, ya que con una tarifa de 300 por persona, en un viaje de Uber con 4 pasajeros pueden hacer prácticamente el mismo recorrido desde un barrio delos suburbios hasta el macrocentro, sobre todo si tienen alguna promoción.
Curiosamente los principales «choferes de Uber» son remiseros y taxistas propietarios, quienes ven en la aplicación una forma de mejorar su trabajo y ganancias, ya que las llamadas de las bases son escasas, y con un viaje de Uber evitan el gasto inútil de combustible para volver a la base o andar recorriendo las principales calles y avenidas en busca de pasajeros.
Muchos de ellos acusan a ex funcionarios municipales y ex concejales -poseedores de muchas licencias obtenidas de manera poco clara,o sus testaferros- de ser los que producen problemas y reclaman al municipio por la exclusividad en este tipo de servicio.
Pero ¿qué dice Uber Argentina, esta SRL licenciataria de la principal aplicación de transporte urbano en el mundo?