El Sumo Pontífice sorprendió a los presentes en la Plaza, al final de la celebración del Domingo de Ramos y de la Pasión del Señor.
Hugo Roldán
El Federal Noticias
CIUDAD DEL VATICANO.- «¡Feliz Domingo de Ramos y feliz Semana Santa!». Estas fueron las palabras que pronunció el Papa Francisco, éste domingo, desde la parvis de la Plaza de San Pedro, al final de la Misa del Domingo de Ramos.
Su Santidad habló desde la parvis y luego permaneció en la plaza durante unos diez minutos, saludando a los fieles.
Una sorpresa más del Pontífice convaleciente, acogido por la multitud que lo aclamaba y un rayo de sol, después de su presencia el domingo pasado en el Jubileo de los enfermos y del mundo de la salud y sus salidas no programadas del 10 de abril para ir a la Basílica Vaticana y la visita de ayer a Santa María la Mayor para rezar ante el icono de la Salus Populi Romani.
Bendición de palmas y ramos de olivo
Más de 40.000 personas, a pesar del tiempo sombrío, estuvieron presentes en la plaza de San Pedro adornada con flores multicolores y plantas de viveros italianos y holandeses. Cerca de las estatuas de los santos Pedro y Pablo, a los pies de la parvis y del obelisco, se han colocado grandes olivos.
Ciento cincuenta palmas y 200.000 ramitas de olivo se distribuyeron junto con la «palme fenix» y las tradicionales palmas tejidas. La procesión parte del brazo de Constantino hasta el obelisco, donde tiene lugar la conmemoración de la entrada del Señor en Jerusalén con la bendición de las palmas y ramas de olivo que sostienen los fieles y la proclamación del Evangelio.