
BAHIA BLANCA – En instalaciones de la Universidad del Sur se desarrolla el juicio a miembros de la organización terrorista, Roberto Aceituno, Juan Carlos Curzio, Hector Forcelli y Osvaldo Pallero, todos de entre 70 y 78 años de edad.
Con los cuidados dispuestos por la pandemia brindó su testimonio, por videoconferencia, la hermana del estudiante de filosofía de la Universidad Nacional del Sur (UNS), Fernando Alduvino, secuestrado y asesinado en 1975.
En representación del Ministerio Público Fiscal, intervinen el fiscal Auxiliar Pablo Vicente, el fiscal general Miguel Ángel Palazzani y el fiscal «ad hoc» José Alberto Nebbia
María Elena Alduvino relató que «el 19 de marzo de 1975 Fernando me dijo ‘mañana vamos a hacer una marcha en silencio’, en protesta porque el rector Remus Tetu, quiere sacar las materias humanísticas´, que él cursaba», recordó.
La mujer, quien también estudió en la UNS, relató que su hermano la había invitado a participar de la marcha desde la calle Alem, sede de la universidad hasta el rectorado, en calle Colón «para entregar el petitorio del cierre de las carreras».
«A la altura de Alem al 700 aparecieron policías que empezaron a castigar a la gente de alrededor, con las cachiporras» y, destacó que, «era todo en silencio, no había una sola palabra».
«Del cordón salen algunos chicos, entre ellos mi hermano. Lo marcaron. El 21 de marzo un compañero de Fernando se dirigió a su casa para avisarle a su madre que a las 3 de la mañana «habían golpeado la puerta y que se identifican como Policía Federal» en la vivienda donde vivían como estudiantes.

«Les permitieron entrar y preguntaron a los gritos por mi hermano. «Lo sacan en calzoncillos y una camiseta y el domingo nos enteramos de la aparición del cuerpo.
Recordó que el viernes su padre hizo la denuncia en las comisarías primera y segunda, y la Federal y a partir del hecho nuestro apellido era mala palabra».
El sábado seguimos haciendo búsquedas de diferentes comisarías o lugares donde se imparte la Justicia y de a poco se acercan algunos amigos para que hagamos una recorrida en todas las rutas que acceden a Bahía».
Supimos de la aparición de un cuerpo que llevaron al Hospital Municipal y allí un médico nos confirmó que por lo que relatabamos y las caracteristicas se trataba de mi hermano. El velatorio se hizo al día siguiente a cajón cerrado. Supimos que le habian dado 13 balazos», concluyó.
El juicio comenzó en marzo pasado con varios intervalos, a raíz de las demoras que impuso la cuarentena, y a los detenidos se los acusa de ser partícipes en 24 homicidios agravados. Uno de los acusados, Hector Chisú, falleció.
Otros de los estudiantes asesinado en un pasillo de la Universidad, en Alem 1.250 fue David «Watu» Cilleruelo, estudiante rionegrino, que trabajaba en la reorganización de la Federación Universitaria, dentro de la UNS.

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