
Se consumó una estafa electoral. A un año de su asunción como presidente, Alberto Fernández, no sólo no otorgó un 20 por ciento de aumento en las jubilaciones como prometió en campaña, sino que al otorgar incrementos a través de decretos, los jubilados perdieron poder adquisitivo respecto de la fórmula de movilidad que había sido aprobada por el gobierno de Cambiemos.
En una conferencia de prensa del jefe de Gabinete, Santiago Cafiero, y de la titular de la ANSES, Fernanda Raverta, confirmaron un incremento del 5 por ciento para las jubilaciones, pensiones y asignaciones.
Insólitamente, Raverta calificó la medida como «una buena noticia» y que la jubilación mínima será de 19.035 pesos, muy por debajo de la línea de pobreza. Hasta hoy, la mínima es de $18.128,85, por lo tanto el ingreso neto de las jubilaciones será de tan sólo 906,45 pesos.
Si se mantenía la movilidad jubilatoria sancionada durante el gobierno de Cambiemos, las jubilaciones habrían aumentado un 42 por ciento en el año. A través de decretos, Fernández aumentó los haberes jubilatorios entre un 24,3 y un 35,3 por ciento, según la escala.
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